L D (Agencias) Mikel Ibáñez se encuentra desde el pasado 16 de junio en el Hospital Donostia en San Sebastián, a donde fue trasladado desde el centro hospitalario Gregorio Marañón. El preso, al que se le ha diagnosticado un cáncer, ingresó en abril en el hospital madrileño, procedente de la prisión de Soto del Real. El recluso cumple condena por los presuntos delitos de atentado terrorista e integración en banda armada, y fue detenido en Francia, en marzo de 2007, por su presunta implicación en el atentado perpetrado en 1988 en Elgoibar, en el falleció el empresario Patxi Zabaleta Azpitarte.
Desde su llegada al hospital Donostia, la Ertzaintza está vigilando permanentemente a Mikel Ibáñez en el citado centro hospitalario, desde donde les han trasladado que el preso podría ser dado hoy de alta, por lo que pasaría a cumplir la medida de prisión provisional atenuada en su domicilio de Deba en Guipúzcoa.
El Departamento de Interior recuerda, en su escrito dirigido a la AN, y recogido por Europa Press, que, entre las medidas dispuestas por la Ertzaintza para garantizar y vigilar "en forma móvil la medida de prisión provisional", se encontraría la de que Mikel Ibáñez pudiera disponer de medios telemáticos, como una pulsera de situación y localización.
La Policía autónoma precisa que el director de la prisión de Martutene (Guipúzcoa), estaría "dispuesto" a proporcionar estos medios, mediante el oportuno oficio judicial. La Ertzaintza considera "adecuada, oportuna y proporcional" esta medida para garantizar el cumplimiento de la prisión atenuada del procesado, "teniendo en cuenta su grave estado de salud y el improbable riesgo de fuga".
Además, estima que ello "evitaría estancias prolongadas de agentes de la Ertzaintza en las inmediaciones" del domicilio del recluso, "con plantones estables de observación, reduciendo el riesgo de un atentado contra los agentes de custodia". De esta forma, pide a la AN el correspondiente oficio judicial que permita la colocación, por parte del director de la prisión de Martutene, de un medio telemático a Mikel Ibáñez, mientras se encuentre en su domicilio.
Además, plantea que se autoricen tan sólo las salidas que impongan las visitas médicas y las órdenes de los facultativos que le atienden de "sus graves dolencias", de las que "deberá suministrarse listado o información a la Ertzaintza para que vigile el trayecto y estancia fuera del domicilio. Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional afirma en un escrito, con fecha de ayer, que no se opone a la adopción de esta medida de control al considerarla "útil y reforzadora de la misión policial de custodia del preso".
Por su parte, la abogada del preso de ETA Ainhoa Baglietto critica que la Ertzaintza plantee el control telemático para "evitar que los agentes puedan sufrir un atentado". Por ello, se opone a esta medida porque ésta no se adopta "porque el riesgo de fuga sea improbable, sino por el riesgo a los atentados que puedan sufrir". A su juicio, y, teniendo en cuenta el "grave riesgo" para la vida de Mikel Ibáñez, existen medidas "menos gravosas" de control, como las obligaciones de firmar 'apud actas" -mediante la autorización a un procurador- en el juzgado. La Audiencia Nacional deberá resolver sobre esta cuestión en próximos días.