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Natalia Rodríguez e Iris Fuentes-Pila estarán en la final de 1.500

La barcelonesa María Vasco, primera atleta española medallista olímpica con su bronce de Sydney 2000, rozó la primera medalla española en los Juegos de Pekín al terminar quinta con nuevo récord de España (1h.27:25) en 20 kilómetros marcha en una jornada de luto que ha finalizado con el octavo puesto de Jackson Quiñónez en la final de 110 metros vallas. Los atletas españoles que compitieron por la mañana lucieron en su uniforme una pequeña cinta negra en señal de luto por las víctimas del accidente de Barajas debido a que la negativa del COI sólo se recibió en el equipo a media mañana.

La barcelonesa María Vasco, primera atleta española medallista olímpica con su bronce de Sydney 2000, rozó la primera medalla española en los Juegos de Pekín al terminar quinta con nuevo récord de España (1h.27:25) en 20 kilómetros marcha en una jornada de luto que ha finalizado con el octavo puesto de Jackson Quiñónez en la final de 110 metros vallas. Los atletas españoles que compitieron por la mañana lucieron en su uniforme una pequeña cinta negra en señal de luto por las víctimas del accidente de Barajas debido a que la negativa del COI sólo se recibió en el equipo a media mañana.

L D (EFE) Cuando amainó la lluvia, Ruth Beitia se batió por un puesto en la final de altura y logró su objetivo con más facilidad, incluso, que la gran favorita, la croata Blanka Vlasic, que a diferencia de la española cometió un fallo con el listón en 1,93 metros. Beitia había saltado, siempre a la primera, 1,80, 1,85, 1,89 y 1,93. Cuando quedaban quince atletas en competición, tras haber superado esta última altura, los jueces decidieron que todas ellas pasaran a la final del sábado, sin esperar a que alturas superiores seleccionaran a las doce finalistas habituales.

Jackson Quiñónez, plusmarquista español de 110 metros vallas, se clasificó octavo en la final olímpica con un tiempo de 13.69 en una carrera ganada por el cubano Dayron Robles en 12.93 y en la que estuvo ausente el ídolo local, Liu Xiang, lesionado. Partiendo por la calle nueve, pegado a la grada, Quiñónez se quedó atrás ya en el segundo obstáculo y no pudo mejorar sus marcas de las rondas precedentes. Quiñónez era el primer español que disputaba una final olímpica de esta prueba en los últimos 24 años. Sólo el oscense Javier Moracho, séptimo en Moscú'80, y el barcelonés Carlos Sala, que obtuvo el mismo puesto en Los Angeles'84, habían disputado una final olímpica de 110 metros vallas.

Dos españolas en la final de 1.500

España tendrá por vez primera dos mujeres en la final olímpica de 1.500. Natalia Rodríguez, plusmarquista española de 1.500, e Iris Fuentes-Pila, doble campeona de España, estarán el sábado en la carrera decisiva tras conseguir sendos segundos puestos en la primera y la segunda serie. Rodríguez, que ya corrió la final de Sydney 2000, en la que terminó décima, recuperó a tiempo el nivel de forma suficiente para hacer la mínima en el último momento e incorporarse al equipo español, mientras que Iris había caído en las series de Atenas 2004.

La tarraconense estuvo atrás al principio de la primera serie, lanzada por la ucraniana Anna Mishchenko (2:13.98 el 800). Juntas llegaron a la última vuelta. Ahí tiró la bahrainí Maryam Yusuf Jamal y seleccionó a seis para el esprint final, pero Natalia no tuvo que emplearse. Aumentó el ritmo sólo para ganar uno de los tres puestos de acceso automático a la final. Terminó segunda con 4:05.30. Iris corrió la segunda serie también atrás en la partida. Mucho más lenta que la carrera anterior, se pasaron los 800 en 2:24.93 y el grupo no aceleró hasta el toque de campana. Iris progresó en la curva y, lejos de aflojar, llegó segunda a la meta en 4:14.10.

Mercedes Chilla, novena en jabalina

La jerezana Mercedes Chilla, primera lanzadora española en una final olímpica, consiguió el noveno puesto en la de jabalina con una marca de 58,13 que no fue suficiente para pasar a la mejora. La andaluza empezó con un lanzamiento nulo, seguido de uno de 57,94 que momentáneamente le daba el octavo puesto, el último de acceso a la mejora, pero su tercer tiro, de 58,14, fue insuficiente para conservar la posición. Su marca en la calificación (61,81) había sido notablemente mejor que la de la final.

Los sevillanos Manuel Olmedo y Antonio Reina cerraron su participación en los Juegos de Sydney sin poder conseguir el pase a la final de 800 metros, aunque el primero, cuarto en la tercera semifinal con 1:45.91, estuvo cerca. Campeón de España y semifinalista en los Mundiales de Osaka 2007, Olmedo partió por la calle nueve en la tercera y última semifinal y de pronto se vio diez metros por detrás de todos, ante la súbita estampida de sus rivales (52.24 al 400). Los alcanzó al toque de campana y en la recta de meta sacó a relucir su velocidad terminal para subir hasta el cuarto puesto con 1:45.91, insuficiente para hacerse con una de las dos plazas de finalista en la repesca.

Reina, compitiendo en la segunda serie bajo la lluvia, estaba último al entrar en la vuelta final y en la recta de meta sólo pudo escapar al último puesto. Terminó séptimo con un tiempo de 1:46.40.

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