L D (EFE) El cuadro de Talant Dujshebaev, tras un gol de Nicola Eklemovic, perdía entonces por cinco tantos (24-19), pero se reencontró con su mejor versión para obtener una heróica remontada.
Sterbik se convirtió en un muro para el ataque magiar, la defensa mejoró notablemente y Kallman apuntilló al contragolpe y obtuvo en esta fase sus seis goles. El Ciudad Real demostró su estirpe de equipo campeón y ganó incluso con holgura ante el atónito equipo húngaro.
Hasta ese momento, había sido el equipo permeable en defensa y errático en ataque de los partidos ante el Barcelona y el Valladolid, que era superado con cierta claridad por un Veszprem que ya llegaba al descanso por 13-10 y que saboreaba el título con el 24-19.
Sterbik se convirtió en un muro para el ataque magiar, la defensa mejoró notablemente y Kallman apuntilló al contragolpe y obtuvo en esta fase sus seis goles. El Ciudad Real demostró su estirpe de equipo campeón y ganó incluso con holgura ante el atónito equipo húngaro.
Hasta ese momento, había sido el equipo permeable en defensa y errático en ataque de los partidos ante el Barcelona y el Valladolid, que era superado con cierta claridad por un Veszprem que ya llegaba al descanso por 13-10 y que saboreaba el título con el 24-19.