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Bush busca otras salidas tras el rechazo a su plan de rescate y el desplome de Wall Street

El Congreso de Estados Unidos ha rechazado definitivamente el plan de rescate financiero del secretario del Tesoro Henry Paulson con retoques, a pesar del acuerdo alcanzado entre los líderes del Congreso de EEUU y la Casa Blanca, avanzado por LD. El rechazo se produce tras una jornada de cataclismo bursátil en las plazas europeas (el Ibex-35 se dejó un 3,88 por ciento), los inversores no ven con optimismo el futuro a corto plazo. Wall Street cedía un 6 por ciento tras la votación. Los congresistas estudian una solución a la crisis con un nuevo plan de rescate.

Jornada negra en la Bolsa de Nueva York
Los detalles del rescate bancario en EEUU
La crisis se contagia a Europa
El Congreso de Estados Unidos ha rechazado definitivamente el plan de rescate financiero del secretario del Tesoro Henry Paulson con retoques, a pesar del acuerdo alcanzado entre los líderes del Congreso de EEUU y la Casa Blanca, avanzado por LD. El rechazo se produce tras una jornada de cataclismo bursátil en las plazas europeas (el Ibex-35 se dejó un 3,88 por ciento), los inversores no ven con optimismo el futuro a corto plazo. Wall Street cedía un 6 por ciento tras la votación. Los congresistas estudian una solución a la crisis con un nuevo plan de rescate.
(Libertad Digital) Finalmente, demócratas y republicanos no han logrado ponerse de acuerdo sobre la conveniencia del plan de rescate, cuya aprobación esperaban los inversores como el primer paso para recuperar la confianza. Las discusiones han sido notables en la cámara de representantes y ya, en primera votación, el texto fue rechazado.
 
El Tesoro norteamericano, en colaboración con la Reserva Federal pretendía inyectar hasta 700.000 millones de dólares para la compra a los bancos de "activos contaminados" por las hipotecas basura (subprime), y poder mantenerlos fuera de sus cuentas hasta que la economía se recupere.
 
La votación se paralizó durante unos minutos cuando se registraban 226 votos en contra y 207 a favor de aprobar la ley. Tras un breve receso, se reinició la votación, en la que se certificó la derrota con 228 votos en contra y 205 a favor. Uno de cada dos republicanos ha votado en contra, aunque también hay 90 demócratas que tampoco han apoyado el plan.
 
La bolsa de Nueva York llegó a caer un 6 por ciento durante la votación y tras conocerse el resultado el Dow Jones perdía un 4,5 por ciento hasta los 10.643 puntos. Por su parte, el índice Nasdaq perdía un 6,68 por ciento, hasta los 2.037,47 puntos, mientras que el S&P 500 perdía un 5,96 por ciento, y se establecía en 1.140,74 puntos.
 
Aunque el presidente de EEUU, George W. Bush, advirtió que este plan de mega-rescate no serviría para paliar totalmente la crisis financiera que, tras iniciarse en el país norteamericano en agosto del pasado año, se está extendiendo por el resto del mundo como un reguero de pólvora.
 
Tras la votación Bush afirmó encontarse "muy decepcionado" y se reunirá con sus asesores para determinar los próximos pasos, dijo la Casa Blanca. También se mantendrá "en contacto" con los líderes del Congreso para buscar una solución a la crisis generada tras el rechazo el plan.
 
Hasta muy poco antes de que comenzara la votación, Bush se mantuvo al teléfono para presionar a distintos legisladores de la necesidad de aprobar el proyecto de ley, según informó EFE, sin el cual la Casa Blanca ha advertido de que la economía estadounidense podría padecer consecuencias gravísimas.
 
De hecho, en Europa, los rescates bancarios están a la orden del día. Este lunes, la crisis del banco hipotecario alemán Hypo Real Estate, que ha tenido que ser rescatado con un crédito de miles de millones de euros, ha desplomado la cotización de las entidades europeas en bolsa, especialmente los germanos.
 
A ello, se suma la caída de Fortis, que ha recibido el auxilio de los países del Benelux, y la nacionalización del banco británico Bradford & Bingley (B&B). El Banco Santander ha comprado parte de su negocio.
 
Discusiones en el Congreso
 
El proyecto elaborado por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, contaba con el apoyo de buena parte de la oposición, pero también enfrentó duras críticas por parte de legisladores de ambos partidos del Congreso. Mientras los legisladores discutían, las acciones caían en Wall Street derribadas por los temores de que el plan no resulte suficiente para aplacar los temores despertados por la peor crisis económica desde la Gran Depresión de los años 30.
 
Bush exhortó a los legisladores a aprobar el controvertido proyecto: "Comprendo perfectamente que se trata de un voto difícil", dijo, dirigiéndose principalmente a los conservadores republicanos que advirtieron que el proyecto rompe la tradición histórica estadounidense por la cual el gobierno no interviene en los mercados. El paquete "ayudará a mantener la crisis limitada al sistema financiero sin que contagie al resto de nuestra economía", expresó.
 
"Estoy convencido de que no votar la ley hoy mismo sería algo muy malo para el sector financiero, para la economía estadounidense y para el pueblo norteamericano", advirtió el presidente demócrata de la comisión de servicios financieros de la Cámara de Representantes Barney Frank al iniciar el debate.
 
Y el rechazo se produce después de que Steny Hoyer, líder de la mayoría demócrata en la Cámara dijo confiar en que el proyecto sería aprobado. "Tenemos la mayoría de los votos de nuestro lado, y confío en que los republicanos tendrá mayoría del suyo", manifestó Hoyer. "Si es así, la ley será aprobada", dijo.
 
Agrede las libertades de los ciudadanos
 
Varios legisladores que se oponían al plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares, dijeron que el proyecto agrede las libertades más apreciadas por los estadounidenses y advirtieron que entronizaría a un nuevo rey, "el rey Henry" (en alusión al secretario del Tesoro, Henry Paulson, quien concibió el plan).
 
Unas horas antes de la votación del plan, que se preveía muy reñida, representantes del ala más conservadora del Partido republicano y algunos demócratas rebeldes se manifestaron en contra del acuerdo alcanzado el domingo.
 
En un debate dramático, con legisladores que parecían angustiados acerca del voto que van a emitir, el representante por Indiana, Mike Pence, advirtió que el plan de rescate va en contra de los principios del gobierno estadounidense.
 
"La libertad económica significa libertad para tener éxito y libertad para fracasar", dijo Pence, dando cuenta de la intranquilidad de los conservadores por el uso de los recursos y el poder del gobierno federal para intervenir abiertamente en los mercados.
 
"El mayor plan de rescate financiero de la historia de Estados Unidos cambia para siempre la relación entre el Gobierno y el sector financiero y traslada el coste (del mismo) al pueblo estadounidense y eso no lo puedo apoyar", agregó.
 
El republicano por Texas John Culberso advirtió que el proyecto de ley otorgaba un poder inexplicable y sin precedentes al secretario del Tesoro, quien a partir de ahora tendría la posibilidad de decidir cuándo y dónde comprar deudas incobrables.
 
El representante demócrata Lynn Woolsey también se sumó a los críticos, quejándose de que se le pide a los contribuyentes que paguen por la irresponsabilidad de las mayores empresas financieras. "¿Por qué no paga Wall Street por el lío que ella misma ha creado?", se preguntó.
 

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