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Bush firma la ley de rescate financiero: 700.000 millones de dólares de gasto público

El presidente George W. Bush ha logrado que el Congreso de EEUU apruebe el nuevo plan de rescate financiero, tras el respaldo del Senado el pasado miércoles. La Cámara dio luz verde al proyecto, después de que los líderes del Senado acordaran añadir a la propuesta inicial rebajas fiscales a familias hipotecadas y empresas, así como más protección para los depósitos bancarios. Además de los 700.000 millones de dólares para salvar Wall Street, el Gobierno tendrá un coste tributario extra de 150.000 millones. El 36 por ciento de los demócratas rechazaron el plan, frente al 84 por ciento de los republicanos. Tras la firma de Bush, el plan se convirtió en "Ley de Estabilización Económica de Emergencia".

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El presidente George W. Bush ha logrado que el Congreso de EEUU apruebe el nuevo plan de rescate financiero, tras el respaldo del Senado el pasado miércoles. La Cámara dio luz verde al proyecto, después de que los líderes del Senado acordaran añadir a la propuesta inicial rebajas fiscales a familias hipotecadas y empresas, así como más protección para los depósitos bancarios. Además de los 700.000 millones de dólares para salvar Wall Street, el Gobierno tendrá un coste tributario extra de 150.000 millones. El 36 por ciento de los demócratas rechazaron el plan, frente al 84 por ciento de los republicanos. Tras la firma de Bush, el plan se convirtió en "Ley de Estabilización Económica de Emergencia".
(Libertad Digital) "Este viernes ha sido un día histórico en el Congreso de Estados Unidos, porque la crisis no sólo afecta a nuestro país sino que se ha extendido al mundo entero", sentenció el congresista demócrata Charles B. Rangel. Y es que, finalmente, el plan de rescate revisado, fue aprobado por la mayoría de la Cámara Baja.
 
Un total de 263 congresistas han votado a favor frente a 171 que se han pronunciado en contra, superando ampliamente el umbral de 218 votos favorables necesarios para sacar adelante el plan.
 
En las filas demócratas, 172 representantes apoyaron la propuesta, frente a los 63 que la rechazaron. En cuanto a los republicanos, 108 congresistas no aprobaron la medida y 91 votaron a favor.  El texto fue firmado por Bush y se convirtió así en la Ley de Estabilización Económica de Emergencia.
 
La aprobación no provocó la euforia que muchos anticipaban entre los inversores de Wall Street, que tras haber registrado fuertes avances en las primeras horas de negociación, moderaba sus ganancias tras conocerse el resultado de la votación y sólo subía un 1,2 por ciento.
 
El éxito del rescate se ha fundamentado en la incorporación –tras su paso por el Senado- de un paquete de medidas fiscales que reducirá la presión fiscal a las familias hipotecadas y empresas. El coste –en términos de menores ingresos tributarios- rondaría los 151.000 millones de dólares.
 
Con los 700.000 millones de dólares necesarios para comprar la deuda de mala calidad de las empresas, el Gobierno así, deberá elevar su gasto público en 850.000 millones de dólares.
 
El rechazo del pasado lunes en el Congreso se debió a la falta de ayudas para las familias hipotecadas, ya que los representantes deben renovar sus puestos en las próximas elecciones y no querían aprobar un paquete de ayudas que sólo salvara a Wall Street. Así lo expresó el congresista republicano Roy Blunt: "donde yo vivo nadie habla de los activos ilíquidos de las empresas, sino de sus hipotecas y de como pagar sus facturas".
 
Muchos de los congresistas que votaron en contra del plan inicial, destacaron en sus intervenciones ante la cámara que "América se siente diferente en el día de hoy" y expresaron que las modificaciones realizadas en el paquete legislativo les han permitido votar a favor del plan.
 
De esta forma, se completa la propuesta inicial (ya había pasado por otra revisión el pasado domingo) que permite al secretario del Tesoro, Henry Paulson, disponer de 700.000 millones de dólares para adquirir –mediante estructuras financieras públicas- la deuda de mala calidad de las entidades financieras, es decir, la afectada por la crisis de las hipotecas basura (subprime), tal como avanzó LD.
  
Dos enmiendas agregadas a la iniciativa -una serie de recortes fiscales a las empresas y una legislación para prevenir que más de 20 millones de contribuyentes de clase media sientan el aliento del Fisco, así como un aumento de la seguridad de los depósitos-  son los pilares con los que el secretario de Estado, Henry Paulson, ha resucitado su plan de rescate, conquistando así el apoyo de los republicanos y demócratas que rechazaron la propuesta el pasado lunes en el Congreso.
 
El Gobierno comprará la deuda privada de mala calidad
 
La iniciativa incluye una propuesta que ha recibido el mayor apoyo de las últimas modificaciones realizadas: elevar el límite del depósito federal del seguro (el equivalente al Fondo de Garantía de Depósitos español) al dinero que los clientes tienen en sus cuentas bancarias, que era de 100.000 dólares por depósito, hasta los 250.000 dólares.
 
Desde su respaldo en el Senado, demócratas y republicanos han trabajado para lograr los votos necesarios que superaran el rechazo inicial del Congreso. El plan otorga al Gobierno la potestad para comprar la deuda de bancos afectados por la crisis financiera, y sus impulsores dicen que si funciona, la ley permitirá el restablecimiento del crédito y evitará un hundimiento a corto plazo de la economía norteamericana.

Con la mayoría de las bolsas operando al alza (en España el Ibex-35 subió 3,78 por ciento) un antes de la votación, todos los mercados miraban al Congreso en Washington, a pesar de los analistas y congresistas que advirtieron de que la ley podría no ser suficiente para reavivar los mercados globales.
 
Trichet respalda el acuerdo

"En Estados Unidos, como en Europa y el resto del mundo, tenemos que afrontar la gran corrección de los mercados que está en marcha", dijo el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, en declaraciones a Radio France. "Así que no podemos decir que luego de tal o cual acción, se terminó", agregó, aunque aclaró que era absolutamente necesario que se aprobara el rescate en Washington.

El presidente estadounidense, George W. Bush, lanzó ya el jueves una nueva llamada a los representantes para que siguieran el ejemplo del Senado y sancionaran definitivamente el crucial paquete legislativo. "Los trabajos de la gente están en peligro", dijo Bush en su aparición pública.

Además, los líderes de las cuatro principales economías de Europa -Francia, el Reino Unido, Alemania e Italia- se reunirán este sábado en París para discutir medidas conjuntas para afrontar la crisis. La crisis financiera ya provocó diferencias entre los países de la Unión Europea (UE), tras el rechazo de Alemania a un fondo europeo común para salvar a bancos con dificultades de liquidez.
 

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