LD (Agencias) Apenas veinticuatro horas después de celebrarse el tercer y último debate con miras a las elecciones presidenciales del próximo noviembre, John McCain y Barack Obama intercambiaron bromas y chistes en la 63 Cena Anual de gala de la "Fundación Alfred E. Smith" a la que acudieron legisladores, jerarcas de la Iglesia católica y autoridades de la ciudad de Nueva York.
En el famoso hotel Waldorf Astoria, el aspirante republicano, rezagado en las encuestas sobre intención de voto, fue el primero en arrancar risas al anunciar que había decidido despedir a todos sus asesores y agregar: "Sus posiciones serán ocupadas de ahora en adelante por Joe `The plumber´ Wurzelbacher", el pequeño empresario de Ohio que él mismo convirtió en una sensación política al mencionarlo durante el debate del miércoles.
El senador de Arizona dijo también que Obama "tiene un nuevo nombre para mí. Me dice George Bush". Y es que durante el debate en varias ocasiones el senador demócrata acusó a McCain de seguir al pie de la letra las políticas "fracasadas" del actual ocupante de la Casa Blanca. También saludó la presencia de la senadora Hillary Clinton, que disputó férreamente a Obama la candidatura demócrata, y cuyo apoyo a su compañero de partido fue dubitativo al comienzo. Entre risas de los presentes, manifestó: "No puedo despojarme de la sensación que aquí hay alguien que está haciendo fuerza por mí...es un placer para mí que te encuentres aquí Hillary".
Por su parte, Obama, vestido de gala como su rival, dijo que había encontrado una explicación al hecho de que su segundo nombre es Husein. "Quien me puso ese nombre nunca pensó que podría llegar a ser presidente", explicó y añadió que la humildad es su mayor virtud y su mayor debilidad: "Es que soy un poco fabuloso".
Sin nombrarla, el senador por Illinois se refirió a Sarah Palin, aspirante republicana a la vicepresidencia de EEUU. En una ocasión, cuando a la gobernadora de Alaska se le pidió que hablara sobre su experiencia en política internacional, Palin manifestó de manera figurada que en gran parte ésta nacía del hecho de que desde su estado podía ver a Rusia. "Me han dicho que desde la antesala se puede ver la Sala de Té Ruso" del hotel Waldorf Astoria, dijo Obama.