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¿Qué ocurre cuando no puedo pagar mi hipoteca?

Lo que antes era impensable (no poder pagar la hipoteca), desgraciadamente, está hoy a la orden del día. Tras las recientes subidas del Euribor y el aumento de los despidos, el pago de la hipoteca está poniendo en serios aprietos a un número creciente de familias. ¿Qué se puede hacer cuando llega esta situación?

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Lo que antes era impensable (no poder pagar la hipoteca), desgraciadamente, está hoy a la orden del día. Tras las recientes subidas del Euribor y el aumento de los despidos, el pago de la hipoteca está poniendo en serios aprietos a un número creciente de familias. ¿Qué se puede hacer cuando llega esta situación?
(Libertad Digital)  "Estamos viviendo una época sin precedentes y los nervios están a flor de piel. Ya nadie puede estar seguro de nada y lo que antes era impensable (no poder pagar la hipoteca), desgraciadamente, está hoy a la orden del día". Por ello, el portal inmobiliario idealista.com ha publicado una breve guía para afrontar el impago de la hipoteca en caso de llegar a esta situación.
 
Y es que, tras las constantes subidas del Euribor y el aumento de los despidos, el pago de la hipoteca está pasando de ponerse cuesta arriba a "resultar imposible" para un mayor número de familias españolas.
 
¿Qué se puede hacer?
 
En este sentido, lo primero que deben saber las familias es que dejar de pagar la hipoteca "sería una pésima decisión", señala el portal en un comunicado. Y es que, "lejos de acabar con el problema lo iniciarías".
 
Así, desde la primera cuota impagada, "el banco te recordará que está obligado a cobrar tu deuda y a buen seguro te la acabará cobrando. Empezarán de una forma cordial, pero con el paso del tiempo pasarán de las palabras a los hechos. Si la situación no se resuelve en pocos meses pedirán al juzgado que se inicie un proceso para subastar tu casa y asegurarse el cobro del dinero que te prestó", advierten los expertos de la compañía.
 
Sin embargo, el problema es que con la subasta de la vivienda embargada "no siempre" se resuelve este preocupante proceso, ya que "si el banco no consigue saldar tu deuda sigues debiéndole dinero". Para liquidar tu hipoteca "no basta con devolver las llaves de tu casa al banco", tal y como acontece en otros países como EEUU, por ejemplo.
 
Este sistema, que ha crecido de manera exponencial en Estados Unidos, no funciona en España. "Aquí cuando firmas una hipoteca respondes del pago de forma personal. Es decir, si el banco al vender la casa no cubre la deuda que tienes con él seguirá solicitando el importe restante y podría llegar a embargarte parcialmente la nómina hasta que recupere todo el dinero que te prestó", añade.
 
Declararse en quiebra no resuleve el problema
 
Además, "tampoco es una solución declararse en quiebra o suspensión de pagos porque los casos que se han producido en España no han conseguido deshacerse de la hipoteca, sino aminorar deudas con organismos o lograr quitas de créditos personales", indica.
 
De este modo, la "regla número 1", según el portal, consiste en "anticiparte al problema y hablar con tu banco". El portal recomienda que los potenciales morosos hipotecarios sean "proactivos" y acudan al banco en cuanto perciban que van a tener problemas con el pago de alguna cuota. Es decir, "no esperar a que el banco te pregunte qué está pasando cuando vea que has dejado de pagar", señala.
 
"En cuanto veas que cada vez vas más ajustado acércate al banco y pídeles ayuda sobre cómo pagar la hipoteca. así solucionarás la situación antes de que se convierta en un problema. Actuar pronto te puede ahorrar muchos disgustos futuros. No debes de tener vergüenza de ir a tu entidad a por ayuda. Todo el mundo pasa una mala racha y hay que ser inteligente: más vale ser prudente que valiente", recuerdan los expertos.
 
El banco siempre prefiere cobrar, aunque se retrase el pago
 
Hay que tener en cuenta que "el banco siempre prefiere cobrar, aunque sea más lento, que tener un cliente moroso". De hecho, las entidades han comenzado a retrasar y dar facilidades en el pago de las cuotas, tal y como avanzó Libertad Digital, retrasando hasta un mínimo de 6 meses el inicio de los procesos de ejecución hipotecaria.
 
La entidad "ayudará a buscar soluciones sobre cómo pagar menos de hipoteca". Pese a que "no hay trucos para pagar la hipoteca, sí se pueden pactar soluciones que ayuden a asumir los pagos mensuales como, por ejemplo, refinanciar la hipoteca, alargar el plazo o aplicar un periodo de carencia (en el que sólo pagarás los intereses del préstamo)".
 
Sin embargo, como consecuencia de este tipo de compromisos es posible que la hipoteca salga, finalmente, "más cara" de lo que inicialmente estaba previsto, aunque "siempre será infinitamente más barato que entrar en impago", añade la entidad. Y ello, debido a que desde el primer día que se deja de pagar la cuota, "se acumulan intereses por demora, que son altísimos y que harán cada día más difícil zanjar la deuda".
 
El proceso de impago
 
Mientras, en el caso de que se deje de pagar, "se activa rápidamente un protocolo de actuación en el banco con el objetivo de poder cobrar el crédito. Así, pues, ¿qué pasa si dejas de pagar?
 
Primer mes: Tras el impago del primer recibo el banco te llamará para descartar que se haya producido un descuido o error por ambas partes. Si abonas la cuota más los intereses de demora por los días de retraso terminará el problema.
 
Entre el 2º y 5º mes: Si acumulas entre 2 y 5 meses de impago el banco realizará todas las gestiones posibles para que pagues. Si no lo consigue te citará para negociar cambios en tu hipoteca. Te pedirá propuestas para pagar menos y estudiará su viabilidad tratando de llegar a un acuerdo. Alargar el plazo de la hipoteca o pagar sólo intereses durante un tiempo son las alternativas más usadas. Si has llegado aquí, ya tendrás intereses de demora por algunos meses por lo que tu deuda será algo mayor.
 
Además, durante este periodo también se produce un hecho importante en el banco. Y es que, si no pagas la entidad debe provisionar en su cuenta de resultados tu deuda. Es decir, debe reservar un dinero equivalente a tu crédito, según la normativa del Banco de España. De este modo, el dinero no sale del banco, pero digamos que queda congelado y en ese momento "pasas a ser un problema para el banco, cuando antes eras una molestia".
 
Sexto mes: aproximadamente al medio año, y una vez que te hayan hecho requerimientos por escrito sin cambios por tu parte, el banco ya ve difícil la recuperación del préstamo por cauces ordinarios. Por eso, la entidad pide la ejecución de tu hipoteca, que no es ni más ni menos que solicitar al juez que active las garantías que firmasteis ante notario cuando suscribisteis la hipoteca. Pese a todo, aquí aún puedes poner fin al problema si pagas lo adeudado más los intereses de demora, que cada vez serán mayores.
 
Tras un año y medio: El juzgado fija una fecha para la subasta de tu vivienda. Hasta casi la fecha de la subasta de tu piso puedes abonar la deuda con los intereses correspondientes de demora (que a estas fechas ya serán considerables) y acabar con el proceso, pero si no lo haces llegarás a un momento crítico y muy doloroso, ya que se subastará tu casa y tendrás que abandonar tu propiedad.
 
Subasta de vivienda: Una vez anunciada de forma adecuada la subasta de tu vivienda, se procederá a realizarse la misma. La vivienda saldrá a subasta por el montante que debas al banco más los intereses y demás gastos en los que has incurrido.
 
Hasta este momento puede que no se venda en la primera subasta por lo que se repetirá e, incluso, se podría llegar a poner a la venta sin precio de salida y que la gente hiciera su oferta. Si no se vende, el juez dirá qué hacer, pero el banco podría quedarse con la vivienda, aunque aún no habrías saldado tu deuda.
 
La subasta del piso no salda la deuda
 
Ahora bien, si durante el proceso la vivienda es finalmente subastada, y consigue venderse, se pueden producir dos casos.
 
Por un lado, que el dinero obtenido sea superior a la deuda más los gastos: En este caso el banco liquidará, cobrará y te devolverá el dinero sobrante. Algo muy poco probable debido al pinchazo de la burbuja, el desplome de los precios de los pisos, la caída de ventas, la restricción del crédito y la creciente morosidad (muchas subastas quedan desiertas, tal y como avanzó LD).
 
Por ello, en caso de que no se cubra lo adeudado, el banco se queda con el precio de venta alcanzado, pero el moroso en cuestión aún tiene una deuda pendiente que saldar con su banco, que irá tras él y, lo más importante, también tras sus avalistas en caso de que se hubiera utilizado esta figura para firmar la hipoteca.
 
En este proceso, el juez deberá determinar cómo se procede al pago de la deuda restante. Llegados a este punto, podría decidir embargar otros bienes, los de tus avalistas, parte de tus nóminas, etc. "El objetivo del banco será recuperar el dinero que te prestó, y que pese a la venta de la vivienda aún no ha recibido", concluye el portal inmobiliario.
 

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