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LA EMPRESA YA HA SIDO DENUNCIADA POR LA FAMILIA

Retrasan la cremación de una anciana al negarse a informar en castellano

Según El Mundo, la incineración de una anciana ha sido escenario de un nuevo conflicto relacionado con la inmersión lingüística. Después de que la familia manifestase su deseo de que los servicios fueran en castellano, la empresa presentó los escritos y la autorización final en catalán, negándose en primera instancia a ofrecer los mismos en español.

Según El Mundo, la incineración de una anciana ha sido escenario de un nuevo conflicto relacionado con la inmersión lingüística. Después de que la familia manifestase su deseo de que los servicios fueran en castellano, la empresa presentó los escritos y la autorización final en catalán, negándose en primera instancia a ofrecer los mismos en español.
(Libertad Digital) Tal y como afirma El Mundo, Julia Aranda Márquez, fallecida en Barcelona a los 104 años edad, fue incinerada el pasado 8 de octubre, pero no sin pocos problemas a cuenta de la empresa encargada de la cremación. La compañía, pagada por la difunta durante "toda su vida", según su hija Josefa, provocó un tenso retraso al ofrecer en catalán la información necesaria para el proceso.
 
"La empresa funeraria, a la que mi madre había estado pagando toda su vida contactó con nosotros para saber en qué idioma queríamos que se celebraran os servicios. Les dijimos que en castellano. De hecho, la misa fue en ese idioma". No obstante, al acudir al cementerio de Montjuïc en Barcelona, "un empleado nos entregó la documentación del proceso que iba a realizarse, con todas las variantes. Pero los escritos estaban en catalán, al igual que la autorización que yo debía firmar".
 
Ante esto, la familia pidió que se los entregasen en castellano, tal y como acordaron. El Mundo describe la reacción del funcionario como de extrañeza. "Me dijo que no disponían de la versión en español. Yo me indigné muchísimo". Para Josefa, "en un momento tan dolorosos quería saber cuál era el proceso que iba a sufrir el cuerpo de mi madre, Es algo que sucede una sola vez".
 
La discusión se prolongó durante media hora, cuando los funcionarios aceptaron traducir la información. "Se marcharon, pero sólo volvieron con la traducción de una hoja. Tanto las instrucciones para recoger la urna, como el documento para autorizar a otra persona a hacerlo siguieron únicamente en catalán". La familia accedió a firmar pese a estas circunstancias.
 
Una nieta de la fallecida, según El Mundo, ha presentado una denuncia en el Defensor del Pueblo de Cataluña, por que "se vulneraron claramente nuestros derechos".

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