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La CMT obligará a los operadores a compartir el tendido de fibra óptica dentro de los edificios

El primer operador que despliegue la red de fibra óptica en un edificio deberá compartir a un precio "razonable" sus infraestructuras con otras empresas que después quieran ofrecer sus servicios, según la propuesta de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

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El primer operador que despliegue la red de fibra óptica en un edificio deberá compartir a un precio "razonable" sus infraestructuras con otras empresas que después quieran ofrecer sus servicios, según la propuesta de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

LD (EFE) La CMT justifica esta obligación en las dificultades –legales, económicas, de espacio– que deben afrontar los operadores para desplegar su red de fibra óptica en los edificios. El organismo regulador considera que todas estas limitaciones pueden dar lugar a "monopolios locales", ya que el primer operador que despliegue la fibra óptica dentro de un edificio sería el único en condiciones de realizar ofertas.

Para evitarlo, propone que la primera empresa que llegue a un inmueble atienda las solicitudes para compartir los elementos necesarios para acceder a cada vivienda, como las cajas terminales o las acometidas verticales. Deberá hacerlo, añade la CMT, a precios "razonables" y dando la información suficiente para que las otras compañías puedan planificar y tramitar sus solicitudes.

Además, ese primer operador deberá gestionar los permisos de las comunidades de vecinos y ubicar el cableado y los equipos de los otros operadores, independientemente de la tecnología empleada, así como las conexiones necesarias para llegar al cliente final. Los operadores tendrán cuatro meses, desde que uno pida a otro entrar en un edificio, para ponerse de acuerdo y si no lo hacen intervendrá la CMT.

Por último, si los acuerdos se retrasan por causas "técnicas, operativas o de gestión de servicios", la primera empresa que llegue deberá facilitar, como alternativa, una fibra oscura desde la arqueta más cercana al edificio hasta la casa del usuario al que el nuevo operador quiera dar servicio.

En España, explica el organismo regulador, la mayoría de los edificios no están equipados con ICTS (infraestructuras comunes de telecomunicaciones), lo que complica la instalación de nuevas cajas terminales y la realización de acometidas verticales ya que los operadores deben conseguir nuevas autorizaciones de las comunidades de propietarios y buscar espacios.

La CMT remitirá ahora la propuesta de regulación a la Comisión Europea, los operadores y el Ministerio de Industria para consulta pública antes de su aprobación definitiva.

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