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El Tesoro de EEUU lanza un S.O.S. para recaudar financiación del extranjero

El pánico bursátil ha convertido la deuda pública de EEUU en el valor refugio por excelencia. Sin embargo, los rescates financieros amenazan con multiplicar el actual déficit público, que oscilará entre 1 y 2 billones de dólares en 2009. La creciente deuda pública del país pierde atractivo entre los inversores. De hecho, el Tesoro ha solicitado ayuda a China y Japón para tratar de colocar sus bonos.

El pánico bursátil ha convertido la deuda pública de EEUU en el valor refugio por excelencia. Sin embargo, los rescates financieros amenazan con multiplicar el actual déficit público, que oscilará entre 1 y 2 billones de dólares en 2009. La creciente deuda pública del país pierde atractivo entre los inversores. De hecho, el Tesoro ha solicitado ayuda a China y Japón para tratar de colocar sus bonos.
LD (M. Llamas) El Gobierno de EEUU se enfrenta a la mayor necesidad de financiación de toda su historia. Los amplios y diversos rescates públicos aprobados por el Ejecutivo estadounidense con el fin de evitar el colapso de sus sistema financiero provocarán un crecimiento exponencial de su ya abultado déficit público que, en el ejercicio fiscal de 2008 (que terminó el pasado 1 de octubre), ascendió a una cifra récord de 482.000 millones de dólares.
 
Sin embargo, esta cifra se elevará hasta los 550.000 millones de dólares en el presente trimestre, debido a los compromisos adquiridos por la Administración Bush para tratar de combatir la peor crisis financiera desde el crack de 1929. De hecho, según reconoció el lunes el propio Departamento del Tesoro, la necesidad de financiación extra aumentará hasta los 368.000 millones de dólares en los 3 primeros meses de 2009.
 
Según las últimas estimaciones de los operadores de bonos de Wall Street, el déficit público de la primera potencia mundial podría superar el 1 billón de dólares en el presente ejercicio fiscal (hasta octubre de 2009), hasta duplicar la actual cuantía en un solo año. Un abultado desequilibrio presupuestario que se tendrá que financiar mediante la correspondiente emisión de deuda pública (bonos del Tesoro). En la actualidad, la deuda pública de EEUU asciende a más de 6 billones de dólares.
 
De este modo, EEUU se enfrenta a una necesidad de financiación sin precedentes que, según estos mismos expertos, podría ascender a cerca de 1,4 billones de dólares en 2009, con el fin de poder cubrir el abultado déficit presupuestario que se prevé para el próximo año (1 billón de dólares), informa la agencia AP.
 
El Gobierno compra nuevas acciones empresariales
 
De hecho, el Gobierno estudia la compra de acciones en una amplia gama de empresas financieras, aparte de bancos, después de haber nacionalizado parte del negocio de las hipotecas, según informa este martes el diario The Wall Street Journal.

El periódico, que atribuye su información a "personas familiarizadas con el asunto", indica que en la lista de posibles receptores de la ayuda financiera del Gobierno se cuentan las agencias de crédito de General Electric, Capital Unit, y CIT Group, entre otras. A principios de octubre el Congreso aprobó, y Bush promulgó, una asistencia financiera por 700.000 millones de dólares, cuyo uso ha ido cambiando con el paso de las semanas.

La idea inicial era la adquisición de hipotecas de alto riesgo, pero luego el Departamento estadounidense del Tesoro anunció que emplearía unos 250.000 millones de dólares para la compra de acciones en bancos privados para que estos reanudaran la concesión de préstamos. El Tesoro ha invertido hasta hoy unos 163.000 millones de dólares en varios bancos, incluidos algunos de los mayores del país.
Déficit récord
El elevado tamaño de la deuda pública (necesidad de financiación), junto a la acumulación de un déficit récord, serán los grandes desafíos económicos a los que se tendrá que enfrentar el próximo presidente de EEUU, Barack Obama. De hecho, según un reciente informe de Goldman Sachs, los inversores extranjeros podrían ser incapaces de absorber la creciente ofertad de bonos por parte del Tesoro estadounidense.
 
Y es que, según las últimas estimaciones de la entidad, la presión que sobrevuela sobre la deuda pública norteamericana obligará a aumentar los rendimientos de la misma. Es decir, el Tesoro tendrá que ofrecer un mayor interés para colocar este papel, con lo que el coste de la financiación para el Gobierno de EEUU tenderá a aumentar. La entidad eleva la necesidad de financiación del Ejecutivo norteamericano hasta los 2 billones de dólares en 2009.
 
El rendimiento de los bonos a 2 años cerró la semana pasada en el 1,57%, por encima del precio más bajo del mes de octubre (1,32%). Mientras, el rendimiento de los bonos a 10 años ascendió hasta el 3,97%, frente al mínimo del 3,4% del pasado mes.
 
"La necesidad de financiación de este año carecerá de precedentes", según advertía el subsecretario de finanzas del Tesoro, Anthony Ryan, la pasada semana, informa Bloomberg.
 
Durante la última década el Gobierno de EEUU no ha tenido problemas para colocar su deuda pública entre los inversores y los bancos centrales del extranjero. Sin embargo, los distintos planes de rescate que han ido aprobando en otros países, tanto desarrollados como emergentes, para acudir a auxilio de sus respectivos sistemas financieros amenaza con reducir en gran medida la demanda de bonos estadounidenses.
 
La demanda de deuda pública cae
 
Así, el pasado mes de agosto, la compra de deuda pública por tenedores extranjeros se redujo casi un 50% respecto a julio (4.800 millones frente a 10.000 millones de dólares).
 
En la actualidad, los inversores foráneos poseen 2,71 billones de dólares en deuda pública de EEUU. Casi el 52% de los 5,2 billones de deuda total pendiente de pago que acumula el país. Algo más de 1 billón de dólares respecto a la deuda registrada en 2000 o, lo que es lo mismo, un 33% más en 8 años.
 
Sin embargo, la necesidad de financiación exterior de la primera potencia mundial se ha disparado hasta niveles récord. En este sentido, el Tesoro está ya preparando nuevas emisiones de deuda de aquí a finales de año.
 
Hasta tal punto esto es así que los funcionarios del Tesoro están "intentando convencer a otros países, incluida China y Japón, para que adquieran sus bonos", según indica Shen Jianguang, uno de los economistas de China International Capital Corp. Con sede en Hong Kong.
 
El Tesoro pide ayuda
 
"Es la primera vez que un país desarrollado necesita ayuda de los países en desarrollo para afrontar su crisis'', añade. El problema es que múltiples países precisan financiación extra para apuntalar sus respectivos sistemas financieros, con lo que invertir en deuda estadounidense ya "no es tan tractivo", según Jamie Jackson , perteneciente a la agencia de deuda RiverSource Investments.
 
Francia, Alamania, España, Holanda y Austria se han comprometido a garantizar los préstamos interbancarios por valor de 1,8 billones de dólares, al tiempo que algunos gobiernos han inyectado dinero directamente en ciertas entidades.
 
Sin embargo, otros países como China, Japón o Arabia Saudí aún cuentan con incentivos para adquirir deuda estadounidense, ya que sirven como reforzar sus abultadas reservas en dólares. Pese a todo, los operadores de divisas y bonos se muestran preocupados por la creciente oferta de letras del Tesoro.
 
Y es que, en caso de que se produzca un "incremento sustancial en la emisión de deuda, ello podría provocar una venta masiva de bonos del Tesoro y dólares", con los efectos que ello probaría sobre al valor del billete verde, según alerta Shinji Kunibe, una alto directivo de JPMorgan en Tokio.

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