El error de Theresa May ha sido ese: no comprender que sus conciudadanos ya estaban listos para pasar página del 'Brexit' y hablar de políticas concretas.
El fenómeno es universal, evidentemente, y ahí está para eterno sonrojo de sus protagonistas la reciente histeria de los faranduleros yanquis contra Trump.
El rescate de la banca pública nos ha costado hasta la fecha a los contribuyentes unos 60.000 millones de euros. El de la banca privada sólo nos ha costado dinero a los accionistas.
Europa tiene dos opciones: continuar por el camino que conduce al suicidio lento y doloroso o tomar medidas mucho más contundentes que las que criticaban a Israel.
Si algo caracteriza al Gobierno de Manuela Carmena es que la capacidad que le falta para gestionar la ciudad le sobra para encontrar formas de colocar a gente.
He aquí una visión que contradice la imagen de la movilización entusiasta de los españoles en la contienda y pone en cuestión el relato heroico difundido desde entonces.