La reforma, gracias a la cual se celebraron aquellas primeras elecciones democráticas, tenía un pecado original que la izquierda todavía no le ha perdonado.
La interpretación torticera del Gobierno de España sobre la Doctrina Parot, ha hecho que este peligroso delincuente alcanzara la libertad antes de tiempo.
Europa tiene dos opciones: continuar por el camino que conduce al suicidio lento y doloroso o tomar medidas mucho más contundentes que las que criticaban a Israel.
Transcurridas cuatro décadas desde las primeras elecciones libres, 'decadencia' es en mi opinión la palabra que mejor define la actual situación política.