Una buena parte de los medios de comunicación europeos, junto a los medios de comunicación públicos españoles, especialmente RTVE, están haciendo un flaco favor a lo que está pasando realmente en Europa y en España. No se comunica con realismo y en serio, sino que se transmite la espuma de lo que emerge a la superficie. La calle es confundida permanentemente con lo que pasa realmente en la plaza pública y política. Esos medios de "información" confunden las manifestaciones callejeras de fin de semana con los genuinos foros públicos donde, cada día, se hace política. Reformas.
Lo que están contando los medios de comunicación europeos sobre España es una prueba más de la falta de rigor, en realidad, un déficit de comunicación y de profesionalidad alarmante para una democracia de opinión pública. En efecto, a pesar de las medidas serias, contundentes y continuas que está tomando el gobierno de España para salir de la crisis, los llamados medios de "comunicación" prefieren, naturalmente, por comodidad y desidia informar antes de algunos espectáculos de la calle que de los sucesos reales. La movidita del 15-M ha sido, es y sospecho que será, durante algunos días, prioritaria sobre cualquier otro asunto. Los grandes medios de comunicación están reduciendo la política casi a espectáculo circense.
Por ejemplo, pocos son los medios de comunicación europeos que reconocen que los recortes de este Gobierno, según la última encuesta del CIS, aparecen como el problema 22 entre todos los que tienen los españoles; y menos aún informan que si, hoy, fueran las elecciones generales, volvería a ganar el PP por mayoría absoluta, es decir, los medios de "comunicación" europeos no informan sobre un hecho decisivo en España: hay estabilidad institucional y la ciudadanía sigue confiando en su Gobierno. Por el contrario, la mayoría de medios se conforman con las crónicas baratas que envían sus corresponsales abotargados por el alcohol y la inmediatez de las protestas del 15-M para dar una imagen casi "guerracivilista" o a la griega de España. Falso.
Dicho en corto y por derecho, basta repasar los medios de comunicación de Alemania, Francia y Reino Unido, los tres países más poblados de la UE y comprobaremos fácilmente, las mentiras, o peor, lo que resaltan del resto de Europa: tópicos y lugares comunes. Es alarmante el déficit de comunicación real que recorre Europa en todas las direcciones, pero son los países con más potentes medios, por desgracia, los que reflejan unas insuficiencias que claman al cielo. Parecen más preocupados por transmitir estereotipos y prejuicios sobre el resto de Europa que dar información veraz y contrastada, es decir, genuina comunicación sobre lo que está pasando. Sobre España, desde luego, están cubriéndose de miserias y fallos. Apenas saben nada, o peor, no dicen nada que no suene a tópico.
Si se dan un paseíto por la prensa de tres grande países de Europa, fácilmente comprobarán que los franceses siguen obsesionados por saber todo lo que sucede en África, incluso creen saber la próxima reacción del último dictadorzuelo de turno, los alemanes miran cada vez más a Rusia, y lo ingleses prefieren dirigirse al mundo en tono de superioridad antes que informar sobre la realidad. Pero la prensa de esos países demuestran con creces su desconocimiento sobre España. Las deficiencias comunicativas, pues, no sólo son de los gobiernos, sino también de las grandes centrales y agencias de información y comunicación de Europa.
En fin, si alguien me pregunta qué transmiten esas grandes agencias sobre Europa en general, y España en particular, tendré que decir que, salvo contadas excepciones, sólo muestran estereotipos y prejuicios; para estas agencias, que creen saberlo todo de África, Rusia y el mundo entero, les resulta más cómodo "informar" sobre los que salen a la calle para conmemorar el 15-M que comunicar todo lo qué está haciendo el Gobierno para resolver la crisis. Por supuesto, ocultarán lo más elemental, a saber, que la vida ciudadana, durante la noche del sábado al domingo pasado, transcurría con plena normalidad por toda España.