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Agapito Maestre

El totalitarismo socialista contra Múgica

La defensa de la democracia por parte del socialismo español es retórica, con la boca pequeña y sólo para los días de fiesta. En la brega cotidiana , en el día a día, el socialismo camina de la mano del comunismo y el nacionalismo.

La aprobación por la Mesa del Congreso de los Diputados de una propuesta para destituir a Enrique Múgica como Defensor del Pueblo es una tropelía contra la democracia. En primer lugar, porque la ley no contempla la reprobación ni el cese del Defensor del Pueblo por esta vía torticera y tortuosa. En segundo lugar, porque la aceptación de tal propuesta es ya una ilegalidad. Y, tercero, porque se utiliza el Parlamento, la sede de la soberanía nacional, para amedrentar a una figura emblemática de las democracias avanzadas, el Defensor del Pueblo. El mensaje totalitario del PSOE y sus aliados es sencillo de entender: o te sometes o te mato.

La movida de IU, los nacionalistas y los socialistas para eliminar –ellos dicen reprobar– a Múgica de la institución del Defensor del Pueblo es una prueba más de que los socios del Gobierno, incluidos los restos comunistas, no se resignan a aceptar las reglas de la democracia. Porque no están de acuerdo con el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Defensor del Pueblo contra el Estatuto de Cataluña, inconstitucional se mire desde donde se mire, se cargan la institución tirando porquería contra el Defensor del Pueblo, un hombre honrado y cabal, Enrique Múgica. Es la vieja táctica totalitaria de tomar las instituciones para hacer con ella lo que se le antoje al dirigente izquierdista de turno. No es nada nuevo. Es, nadie se extrañe, lo mismo que ha hecho el presidente Zapatero con la institución del Gobierno: utilizarla sin contar con los controles del legislativo y el judicial. ¡Nadie, pues, se rasgue las vestiduras por este episodio! El asunto es grave, pero peor es que, un día sí y otro también, Zapatero nos diga: voy a legalizar a ETA, sacaré a los presos a la calle, integraré a Navarra y les daré la autodeterminación... Sí, sí, eso dice, y el personal traga.

Las instituciones están al servicio del Gobierno socialista y sus aliados. Y es que las instituciones democráticas o se instrumentalizan arbitrariamente o desaparece la ideología socialista. Es la esencia del socialismo clásico. Las instituciones democráticas no hacen cambiar la ideología del socialismo de Zapatero. Quien no reconozca esto vivirá en el engaño. La defensa de la democracia por parte del socialismo español es retórica, con la boca pequeña y sólo para los días de fiesta. En la brega cotidiana , en el día a día, el socialismo camina de la mano del comunismo y el nacionalismo. La democracia es retórica. Un camino para tomar el poder. Por lo demás, a la altura de esta película, nadie pensará que el principal culpable de esta derivada totalitaria es el nacionalismo, o el partido auxiliar del PSOE, IU... El Gobierno de Zapatero no tiene otro objetivo que toma de las instituciones para llevar a cabo un cambio de régimen.

Con este panorama hablar de calidad de la democracia es un sarcasmo, pero hemos de hacer de la necesidad virtud para decir que, al menos, la oposición, el PP, ha reaccionado contra esta ilegalidad cometida por la Mesa del Congreso de los Diputados. El PP ha dejado claro que querer expulsar a Múgica porque ejerce su función institucional, o sea, porque no obedece las consignas de los nacionalistas y socialistas, produce náuseas.

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