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Agapito Maestre

La lucha por Madrid

Tengo la sensación de que nada ha quedado fuera de la mirada torva y atroz de quienes han diseñado, hace meses, una durísima campaña socialista contra los gobernantes de Madrid. Será tan dura que la persecución contra Güemes será un juego de niño.

Los socialistas han empezado una carrera sin limitación alguna contra los gobernantes de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Están obsesionados y ansiosos por alcanzar esas plazas a cualquier precio. Tienen que aprovechar todas las fracturas del PP, que son muchas, para hacer sangre. Son sus principales objetivos para mantener a Zapatero en el poder en la próxima legislatura. Ya hay gente, incluso peperos miedosos, que ha empezado a dar signos de cansancio y comienzan a sumarse al coro de plañideras socialistas. Prepárense, señoritos del PP, para lo que les tienen preparados los de su casta, pues que, no lo olviden, ustedes forman parte de esa nueva casta política que ha creado el PSOE, aunque estén un escalón por debajo, dicho sea en honor a la verdad, de sus "creadores". Esta lucha no es por la libertad y la democracia, sino por el poder para dejar fuera de juego a los ciudadanos.

Cientos de síntomas hacen presagiar lo peor para la política madrileña en particular y la española en general. La política será reducida en Madrid a una caza y captura de los peperos. Tiempo al tiempo. La manifestación de ayer de los estudiantes es sólo uno de esos síntomas, sí, una manera tan borde como sutil de crear una ambiente para expulsar de las instituciones de Madrid al PP. Sí, sí, insisto, para desalojar del Gobierno de las instituciones madrileñas al PP. Por supuesto, en honor a la verdad, los estudiantes desconocen en su inmensa mayoría que están siendo manejados hábilmente por los socialistas. Quede, pues, constancia aquí del rejón a los manifestantes, a la vez que, a pesar de que no descarto tratar otro día el asunto principal de esta movilización estudiantil, contemplo en principio con entusiasmo esta protesta a pesar de sus eslóganes antiguos, ajados y reaccionarios.

En fin, todo será bueno para los socialistas, incluida la movida de los estudiantes, si sirve para derrotar al PP. Los socialistas madrileños crearán tal olla a presión en Madrid que harán insufrible la vida pública. Su único objetivo es llegar con ventaja a las elecciones. Por eso, Madrid empieza a ser ya un hervidero socialista contra el PP. A partir de ahora, y hasta las elecciones, no habrá político popular que no sienta en su cuello el aliento de un socialista ansioso de sangre pepera. Prepárense, amiguitos del PP, para saber lo que es hacer oposición implacable y sectaria. Recuérdenle, de paso, a su líder, Mariano Rajoy, que observe los movimientos del nuevo jefe de la Ejecutiva socialista de Madrid y, sobre todo, que aprenda de esta gente a "hacer oposición". Bastaría que el PP imitara la mitad de lo que hace y, sobre todo, hará el PSOE de Madrid contra Aguirre y Gallardón, para llegar a disputar con ciertas garantías de éxito la presidencia del Gobierno a Zapatero.

La oposición socialista de Madrid, con su jefe de filas a la cabeza, no respetará nada ni a nadie. Cuentan, además, con casi todos los medios de comunicación, incluidos algunos programas de Telemadrid. Los medios de comunicación están prácticamente entregados, cuando no hacen "seguidismo", a esa política de oposición socialista, que, lejos de buscar consensos en las cuestiones esenciales, propicia la bronca, la agitación y crispación. Los argumentos, las razones y los logros conseguidos por el PP sólo serán excusas para imponer sobre ellos dogmas, locuras y utopías para instalar a los socialistas en el poder. Tengo la sensación de que nada ha quedado fuera de la mirada torva y atroz de quienes han diseñado, hace meses, una durísima campaña socialista contra los gobernantes de Madrid.

Será tan dura esa campaña contra el PP que la persecución a que ha sido sometido en las últimas semanas el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, señor Güemes, será un juego de niño comparado con lo que se viene encima. El ataque a las personas, especialmente sus vidas privadas, se pondrá por delante de la crítica ideológica o el ataque a la gestión. Toda la vida pública quedará reducida a sectarismo y crueldad. No crean que mi juicio está descontextualizado, o peor, es exagerado Basta mirar nuestro entorno para saber que el ambiente en Madrid está raro. En verdad, como diría un castizo, los socialistas han conseguido que ya sintamos cargado de miasmas sectarias y populistas el ambiente político en la Comunidad de Madrid.

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