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Agapito Maestre

La vitalidad de España

Pero lanzar la "idea" de que el PSOE propondrá a la UE, o no sé dónde, una renta básica o mínima para todo ciudadano que trabaje o no, me recuerda, con todas las distancias que se quieran, la paga del 18 julio y otras medidas franquistas.

Cuestionada la unidad de España, el próximo paso de este Gobierno es matar su vitalidad. La desgana democrática, la falta de coraje para enfrentarse a los problemas, la carencia de argumentos, dejarse llevar, definitivamente, por la inercia, que tanto recuerda la desidia política del régimen franquista frente a la vitalidad de su sociedad, son los principales factores del Gobierno socialista para permanecer en el Gobierno. Su obsesión por "durar" al precio que sea lo ha dejado sin una sola idea. Estamos ante un "régimen" postmoderno con características totalitarias y desmovilizadoras de la sociedad bien visibles por todas partes. Este verano el Gobierno socialista está batiendo récord de ejemplos, de comportamientos inertes y olor a muerte democrática, que demuestran de modo "ejecutivo" que el país le importa una higa.

Tres ejemplos son suficientes. Primero, el propio veraneo de "reyes" que se ha montado Zapatero en un palacio del patrimonio nacional, que sólo ha abandonado para hacer una visita de cumplido a Galicia, es revelador de esta conducta displicente con la tragedia por falta de previsión de los incendios de Galicia. Touriño, el presidente de la Xunta, no ha sido menos indolente que Zapatero al decir que ya está resuelta la catástrofe gallega, cuando ni siquiera ha sido capaz de dar la cifra aproximada de tierra calcinada. Segundo, el no intervenir, o peor, dejar hacer a los terroristas a la hora de convocar manifestaciones, es decir, mirar para otro lado, e insistir que todo marcha bien, es de tal bajeza moral que recuerda el lema franquista: "¡Viva bien y no se meta en política!"

Pero lanzar la "idea" de que el PSOE propondrá a la UE, o no sé dónde, una renta básica o mínima para todo ciudadano que trabaje o no, me recuerda, con todas las distancias que se quieran, la paga del 18 julio y otras medidas franquistas para alimentar indolencias y llenar los estómagos. Es una forma "sutil" de maltratar la noción de solidaridad para crear votantes obedientes. Lo decisivo es reducir al ciudadano a una gran panza. Pues eso es, en efecto, el principal interés del Gobierno socialista permanecer en el poder a través de la desmovilización de lo mejor de la sociedad civil. Más aún, la vitalidad, "la vida como libertad", como decía el filósofo, que ni siquiera Franco pudo con ella, los socialistas quieren arruinarla con pan y circo. La propuesta de la renta básica llega tarde, y cuando ya ha sido desterrada por otros Gobiernos por su inviabilidad, ineficacia y, sobre todo, porque crea aún más pobreza; pero al Gobierno, obsesionado por desmovilizar políticamente y ofrecer "tranquilidad social", le sirve para matar el tejido más íntimo de una sociedad, su vitalidad.

La situación política creada por el gobierno es dramática. No hay un solo argumento, menos un programa, capaz de responder a los graves problemas que el propio Gobierno ha creado en la sociedad democrática. Sin ningún proyecto que ofrecer a la sociedad española. Sólo la inercia queda. Al margen de la represión, fue el principal asidero de Franco; hoy, es la principal baza de Zapatero para matar la vitalidad española.

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