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Agapito Maestre

Nuevos liderazgos

La figura del político será esencial en la nueva configuración del sistema de partidos políticos.

No nos pongamos tan dramáticos por el lapsus de Rivera sobre la edad ideal del político, que no es sino una actualización del dicho popular: "Juventud, ay, divino tesoro". El problema es que hay gente que nace vieja y, por el contrario, hay muchos viejos que siempre serán jóvenes. El espíritu en esto es superior a la decrepitud corporal. Quien es libre de espíritu, tiene un don que nadie le arrebatará. No obstante, quizá tenga razón Rivera al decir que sobran carcamales en la política española y faltan jóvenes con nuevos impulsos e ideas. Bienvenida sea la gente que, como Rivera, llega al espacio público para ilusionar. Por cierto, él no es nuevo en esta tarea, porque lleva ya casi diez años proponiendo una proyecto político para todos los españoles. Se trata de un proyecto para todos los españoles, independientemente del territorio en el que vivamos. Un proyecto que valga lo mismo para catalanes que para andaluces, para gallegos que para extremeños, es ya un designio político de envergadura. Es un proyecto nacional. Se dice pronto, pero es toda una revolución democrática ante la presión de los nacionalismos y, sobre todo, ante la estulticia de los partidos nacionales que han jugado al chantaje de los soberanistas e independentistas.

Esa es la gran novedad de la política española. El novum democrático de C's no puede taparse por unas declaraciones más o menos desafortunadas de Rivera por la edad ideal de los políticos. Seguramente, el líder de C's se haya equivocado en la forma de decirlo. Es duro oír que sólo los nacidos después de 1978 debieran tener responsabilidades de gobierno. Es obvio que nadie en su sano juicio puede defender un régimen político basado en la edad de sus líderes. De todos modos, si fuera verdad que Rivera ha mantenido ese tópico, una especie de estado espiritual de nuestro tiempo, más conocido por la palabra efebocracia, acepto su reto y contesto: amigo, Albert, si me comparo contigo, creo que aún soy más joven que tú, o sea, más inmaduro y atrevido, porque pienso que sólo un gobierno de políticos, experimentados o no, puede sacarnos del carajal en el que nos hemos metido en las tres últimas legislaturas. Solo los políticos pueden sacarnos del embrollo en que nos metieron otros políticos.

Este es el segundo gran asunto que trae C's a la vida política española. La figura del político será esencial en la nueva configuración del sistema de partidos políticos. El tetrapartito, que se vislumbra a través de las encuestas, dará lugar a otro tipo de político, que ya no tendrá mucho que ver con el político sometido a las prácticas del bipartidismo imperfecto. Las maquinarias políticas de los viejos partidos, sin duda alguna, ya no operarán al margen de los políticos, como venían haciendo hasta ahora, sino que se podrán a su servicio. La maquinaria del partido estará al servicio del político y no al revés. La política española, tan llena de anacronismos y lugares comunes, cambiará decisivamente. Las tensiones entre miedo y cambio, inestabilidad y gobernabilidad, nosotros o el caos, en fin, los tópicos sobre las irreconciliables posiciones de izquierda y derecha, cederán ante las nuevas actitudes de los políticos que estará dominada por un deseo de consenso. Serán los políticos más importantes que sus burocráticos partidos. A C's, sin duda alguna, le debemos ya todos los españoles un cambio político decisivo: nos han hecho replantear la figura del político. También Podemos, injusto no sería reconocerlo, ha colaborado en esa transformación.

A partir de ahora, tengo la sensación de que serán los políticos más importantes que las maquinarias de ganar votos. Se hace más rica la vida política. Los hombres estarán por encima de los esquemas rígidos de los viejos partidos. Más aún, la selección de los políticos irá más allá de los dictados de las cúpulas de los partidos. Tres son los caminos en los que aparecerá envuelta la figura del político: en primer lugar, el político se nos presentará como el buen ciudadano que se ocupa con especial empeño y con un celo ministerial de lo común; es la línea socrático-ciceroniana que culmina en nuestras pretensiones de formación ciudadana. En segundo lugar, es fundamental el vector platónico que asocia al político con la persona cualificada en un saber que está por determinar y que por su alcance puede ser arquitectónico (un saber de gobernar saberes) o tecnocrático que lleva a la especialización y hasta la profesionalización.Y, finalmente, no podremos dejar contemplar la figura del político prescindiendo de la mediación de los propios partidos y asociaciones donde es seleccionado. En cualquiera de los casos, C's nos ha hecho ver que nuestro tiempo está necesitado de buenos políticos profesionales, pero siempre políticos que sean antes elegidos que impuestos por los jefes. En este punto el avance de C's me parece imprescindible: este partido no pactará con partidos políticos que no tengan elecciones primarias, o sea mecanismos democráticos para seleccionar a sus líderes.

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