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Agapito Maestre

Situación excepcional

El PSOE de la riqueza, sí, el partido que pregonaba que España era el país que más oportunidades ofrecía para el enriquecimiento ha sido, definitivamente, arrasado por el socialismo negro y populachero que amenaza a los bancos y crea inseguridad jurídica.

La situación excepcional de nuestra economía no es nada comparada con la situación política. Política y economía van cogidas de la mano hacia el despeñadero, pero el socialismo y todas sus adherencias políticas, desgraciadamente, seguirán desgobernando el país, según todas las encuestas. Si las últimas cifras del paro, desde el punto de vista económico, son terroríficas, creo que, desde la perspectiva política, son aún más penosas las declaraciones de Zapatero y Sebastián sobre nuestro sistema financiero. Las explicaciones de Zapatero sobre las ayudas al sistema financiero español siempre fueron torticeras, pero las amenazas dirigidas por su ministro de Industria, Comercio y Turismo, señor Sebastián, a los bancos españoles dan más que miedo. Pavor.

Culpabilizar a la banca de la crisis económica, como ha hecho directamente Sebastián, es para temer lo peor sobre lo que se nos viene encima. Pueden cometer cualquier locura con tal de hacer populismo, es decir, de no perder un voto. De entrada, la misma persona que la semana pasada defendía a la banca española por ser una de las más solventes del mundo, hoy, paradójicamente, arremete contra el sistema bancario como el principal culpable de la crisis. Zapatero no sólo ha corregido la amenaza de Sebastián sino que ha ratificado a su ministro. Para este Gobierno todo es aceptable, excepto reconocer sus responsabilidades en la crisis y su gestión. Esta deriva totalitaria del Gobierno lleva a pensar lo peor.

Por ejemplo, son ya muchos los analistas serios y documentados que están avisando de la argentinización de la economía española, o sea, endeudamiento, paro y crisis indefinida. Nadie descarte, pues, nada. Este Gobierno puede mañana bloquear las cuentas bancarias como sacar un decreto que limite los beneficios de la banca. Todo puede ir a peor, sencillamente, porque a este Gobierno le preocupa más, muchísimo más, mantenerse en el poder a cualquier precio que atajar la crisis. Un voto vale más para esta gente que la vida de la democracia y, por supuesto, más que la coherencia de una ideología.

En efecto, mejor que peor, y con todos los defectos que tuvo la época de González comparada con la actual sale ganando. El demagogo González no era nada comparado con el neopopulista Zapatero. Por este lado, el PSOE de González y Solchaga ha muerto. El PSOE de la riqueza, sí, el partido que pregonaba que España era el país que más oportunidades ofrecía para el enriquecimiento ha sido, definitivamente, arrasado por el socialismo negro y populachero que amenaza a los bancos y crea inseguridad jurídica a todos los grandes, medianos y pequeños inversores de nuestro país.

Por otro lado, los efectos de estas declaraciones del Gobierno sobre los posibles inversores extranjeros sobrepasan cualquier cálculo racional. Sospecho que la reacción de cualquier posible inversor extranjero en nuestro país, cuando ha oído a Sebastián, habrá sido idéntica a la de un inversor del PSOE, que normalmente lleva su dinero a Suiza, Estados Unidos e Inglaterra si alguien le pide que invierta en El Congo o Senegal.

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