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Agustín Olalla

Discreta actuación española

La victoria de Matteo Manassero significa un nuevo récord en la carrera de este jovencísimo italiano, que viene irrumpiendo como un huracán en el mundo del golf profesional.

Este Castellón Masters Costa Azahar ha tenido varios puntos de interés. Uno de ellos lo ha protagonizado José María Olazábal –nuestro Chema–, quien ha vuelto a jugar después de haber estado un año entero en el dique seco por culpa de una lesión. Y lo ha hecho disputando los cuatro días de competición, los 72 hoyos. Otro era el verdadero estado de forma de Gonzalo Fernández-Castaño, que comenzó la tercera vuelta con un golf de altísimo nivel pero que no pudo concluirla de la misma forma, cayendo hasta la séptima posición con una diferencia de cinco golpes con respecto al líder, cuando toda la jornada había estado al frente de la clasificación... hasta el hoyo 12. También había interés en ver a Álvaro Velasco –ganador este año de dos pruebas del Challenge Tour–, quien se ha hecho un hueco entre los grandes y el año próximo jugará el Circuito Europeo.

Pero quizás el que menos esperábamos es el que se ha producido, la victoria de Matteo Manassero, que significa un nuevo récord en la carrera de este jovencísimo italiano, que viene irrumpiendo como un huracán en el mundo del golf profesional. Si el récord de un ganador de una prueba del circuito europeo lo ostentaba nuestro Seve, cuando se impuso con 18 años, éste ha quedado derribado por el potrillo italiano. Manassero, a sus 17 años y 169 días, ha colocado el registro en un listón mucho más difícil. Pero en el golf, como en el resto de los deportes, los récords están para ser batidos.

En cuanto a la jornada de nuestros representantes, ha resultado muy desigual. Por una parte, un Gonzalo Fernández-Castaño que, bajo mi punto de vista, en el hoyo 10 de su recorrido tenía el cuerpo en Castellón y la mente y el espíritu en su casa. La verdad es que tiene que estar casi exhausto: es el profesional que más torneos ha disputado esta temporada y el físico comienza a pasar factura, pese a comentarnos que precisamente en los últimos hoyos ha sido cuando se ha encontrado más fresco. Lógico: la presión había desaparecido y entramos en un proceso de relajación, donde ha jugado mucho mejor.

Álvaro Velasco ha tenido un día absolutamente irregular, en el que todo lo que tenía que salir mal, salía mal, y pocas cosas han salido bien. No obstante, para esta nueva promesa –aunque ya es una realidad de nuestro golf– ha sido una semana realmente dulce, interesante y muy formativa, tal y como él mismo nos indicaba.

La decepción vino de la mano de Chema Olazábal, después de aguantar las cuatro jornadas tras un año largo lesionado. Una vez se encontraba comiendo, se enteró de que había sido descalificado. Se había equivocado al firmar su tarjeta y, en vez de indicar en ella sendos dobles bogeys –en los hoyos 17 y 18–, firmó un doble bogey y un bogey. Fue también un error del marcador y Chema, que no se dio cuenta, fue lamentablemente descalificado.

Destacar la grandísima actuación de Carlos Suneson, que ha acabado en un octavo puesto que le da lugar a jugar el Andalucía Valderrama Masters la próxima semana. Y por supuesto, la de un Nacho Garrido que, tras superarse a sí mismo después de diferentes vicisitudes –por ejemplo, la situación del hoyo 10: su bola se quedó reposando, no ya en una chuleta, sino en un auténtico agujero, y a su pesar no pudo dropar sin penalidad–, ha acabado en segunda posición con un total de 12 bajo par. Y concluiremos con la actuación de un líder al acabar la tercera jornada, que aguantó la presión hasta el hoyo 14, pero que a partir de ahí se hundió, de forma estrepitosa, quedando en tercer lugar a cinco golpes del vencedor.

La semana próxima llega Valderrama: campo emblemático, Masters importante y, seguramente, última prueba del circuito europeo, a partir del 2011, antes de la final de la Carrera a Dubai. El espectáculo está servido. Que comience la función porque el Andalucía Valderrama Masters nos espera.

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