Ha comenzado el Andalucía Valderrama Masters con una presencia muy alta de jugadores importantes movidos básicamente por dos razones: por un lado, el importante montante económico de premios –nada menos que tres millones de euros a repartir– y, por otro, porque se trata de la última prueba del Circuito Europeo que sirve como clasificación y último eslabón a la final de la Carrera a Dubai.
Tampoco hay que olvidar que Valderrama, campo emblemático donde los haya, ha sido el único escenario en el que la Ryder Cup se ha celebrado fuera de las Islas Británicas. Entonces, en 1997, la lluvia interrumpió una de las jornadas por más de tres horas y todo apunta a que el sábado tendremos un Andalucía Valderrama Masters pasado por agua.
Centrándonos en el aspecto puramente deportivo, la primera jornada comenzaba con muchos interrogantes que después se irían resolviendo. ¿Sería Sergio García capaz de volver a ser el de antes? ¿Aguantaría nuestro maestro, José María Olazábal, un campo tan exigente después de un año de inactividad? ¿Qué versión nos encontraríamos de los recientes campeones de la Ryder como Kaymer, McDowell, Hanson o los hermanos Molinari? ¿Será el resurgir de nuestro Álvaro Quirós? Había tantas incógnitas que raro sería que todas ellas se resolvieran de un plumazo. Pero a veces la historia se vuelve cabezona y, de todas estas dudas, la primera jornada ha dejado resueltas la inmensa mayoría.
Sergio, en un día muy complicado, ha dado la talla. Se ha mantenido bajo par y ha firmado una vuelta muy buena; hay que recordar que sólo 17 jugadores eran capaces de ganar al campo. Nuestro Chema Olazábal aguantaba la jornada y, a pesar de sus dos golpes sobre el par, se mostraba satisfecho y, con él, nosotros de haber comenzado la recuperación de uno de los grandes. Pablo Larrazábal ha realizado una primera jornada impecable, después de que su padre nos comentara que le hacía falta jugar más tranquilo antes de la salida. Jiménez, Fernández-Castaño y los Cañizares cumplían sin grandes alardes, mientras que otros de nuestros representantes caían estrepitosamente en las garras de Valderrama. Ha sido el caso de Carlos Suneson, Raúl Quirós o Pablo Martín, quien no levanta cabeza tras la debacle en la última jornada del Masters de Portugal.
Mención aparte merece la actuación de Álvaro Quirós, el último campeón del Open de España, que ha sucumbido fatídicamente ante un campo, el de Valderrama, que curiosamente conoce a la perfección por estar situado a pocos metros de su residencia habitual.
Por último, en cuanto a la actuación de los recientes campeones de la Ryder Cup, McDowell estuvo muy bien, Kaymer algo dormido, Francesco y Hanson en su línea y Eduardo Molinari bastante flojo y quizá algo descentrado.
Ahora nos espera una jornada espléndida. Si las predicciones se cumplen y el viento del estrecho hace acto de presencia, Valderrama se vestirá con sus mejores galas para poner las cosas en su sitio y sólo los grandes jugadores podrán responder a este magnífico escenario con sus golpes.