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Alberto Míguez

Castro y anticastristas en Panamá

Dirigentes del exilio anticastrista procedentes de toda Iberoamérica y EEUU participarán en los actos de repudio que se preparan en Ciudad de Panamá contra la presencia de Fidel Castro en la X Cumbre iberoamericana, que se celebrará los días 17 y 18 próximos. Además de varias manifestaciones ante el Centro de Convenciones donde la Cumbre celebrará sus sesiones, las organizaciones anticastristas de Panamá y representaciones llegadas de EEUU y otros países tienen proyectado organizar una vigilia en la iglesia del Carmen, una de las más concurridas de la ciudad, y una misa de solidaridad, dedicada al pueblo cubano. A estas manifestaciones se unirán ciudadanos panameños y visitantes.

La organización “Unidad Cubana” en Panamá anunció que estos testimonios de repulsa en modo alguno van dirigidos a “empañar” la X Cumbre, que ha sido meticulosamente preparada por el gobierno para que sea un éxito y acredite la imagen de un país libre, abierto al mundo y tolerante. Hay, sin embargo, temor a que algunos funcionarios gubernamentales panameños se excedan en sus funciones o en su celo profesional.

Están siendo muy comentadas, por ejemplo, las declaraciones del director de la Policía panameña, Carlos Bares. En días pasados había anunciado que durante la Cumbre “no se permitirán protestas”. El jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Pablo Quintero, le enmendó la plana al funcionario; aseguró que la imagen de un pueblo tolerante y generoso en modo alguno debería empañarse, y que las manifestaciones de apoyo o repudio al dictador cubano se autorizarán siempre que no haya peligro de actos violentos o provocaciones.

Por de pronto, la embajada cubana en Ciudad de Panamá lleva varias semanas calentando el ambiente, y a través de los diversos Comités de Apoyo y solidaridad con la “revolución cubana” ha convocado diversos actos de homenaje al dictador.

Más de mil policías y agentes cubanos del ministerio del Interior y de las tropas de intervención, todos ellos con pasaporte oficial, se encuentran en Panamá desde hace días. Su misión es controlar las medidas de seguridad puestas en marcha por el gobierno panameño, que ofrecerá al dictador un Cadillac blindado, al igual que a Chávez. No se excluye, sin embargo, que Castro se traslade durante su estancia en Panamá en un automóvil de marca europea especialmente enviado desde Cuba: en realidad han sido enviados dos vehículos idénticos por razones de seguridad.

El ministro de Asuntos Exteriores panameño reconoció ayer que Castro había sido el único jefe de Estado iberoamericano que no confirmó todavía su asistencia a la X Cumbre, aunque en Panamá se da por descontado que estará presente en el evento. Como siempre, se ignora la hora de su llegada aunque podría ser en la madrugada del jueves al viernes, horas antes de que se inicien los actos de la Cumbre.

Castro se reunirá con varios jefes de Estado (Lagos, de Chile; Fernando Enrique Cardoso, de Brasil; Zedillo, de México, y el Rey de España). No está previsto, sin embargo, que se entreviste con José María Aznar, presidente del Gobierno español. Las relaciones entre ambos tras la Cumbre iberoamericana de La Habana, celebrada el año pasado, son difíciles. Aznar dijo entonces que mientras Castro no desapareciera, no habría democracia en Cuba, algo que obviamente no gustó al tirano.

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