Menú
Alejandro A. Tagliavini

Desnutrición y asistencia estatal

"Acabo de hablar con el obispo de Tucumán. Le dije: ‘Dime lo que necesitas que te lo pongo ya mismo en un barco’. Me respondió: ‘Leche, sobre todo, leche’. Y ese es precisamente uno de los productos que no me dejan entrar las autoridades...", relató el Padre Angel García, presidente de Mensajeros de la Paz, una fundación privada española.

Este dialogo tuvo lugar luego de que estallara el escándalo a raíz de la muerte por desnutrición de cuatro niños en la provincia argentina de Tucumán. Los niños morían de hambre, mientras los burócratas estatales (esgrimiendo cualquier excusa y utilizando el poder coactivo policial) no dejaban entrar los alimentos.

Según cifras que maneja la Universidad de Tucumán, 24% de los chicos que viven en la periferia de la ciudad están desnutridos. Según la Red Solidaria, en el país hay más de 260.000 niños que sufren desnutrición.

"No solamente hablo de la incapacidad de los políticos que permiten que esto ocurra, sino también de (toda) la dirigencia…. Allí hay bancos, empresas, entidades que ganan mucho dinero... Ya en enero, cuando estuve por la Argentina,... los funcionarios no me dejaban desembarcar la comida (por supuesto mal estado) por la que rogaban obispos y titulares de las ONG", añadió el sacerote español. De manera que pidió la renuncia de la responsable de los operativos solidarios, Aurora Duhalde, hermana del presidente de la Nación.

Insólitamente, el jefe del Gabinete nacional, se descargó diciendo que "Ese modelo (neoliberal)…, ha sido… el causante de los males argentinos, que nos han llevado a la desnutrición y al crecimiento de la mortalidad…". Me pregunto, ¿no es él quien gobierna? Y el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, quizás el más sincero, atribuyó las muertes de los chicos "a una sociedad enferma y a un grupo que gobierna que son unos h... de p..., entre los cuales me incluyo".

Finalmente, la ministra de Desarrollo Social, sostuvo que "Estamos haciendo enormes esfuerzos y en este momento se está poniendo la mayor cantidad de dinero en políticas sociales de la historia de este país".

El Estado ha implementado, además de repartir alimentos, planes asistenciales para quienes no tienen trabajo, pero no llegan a los más necesitados sino que, en gran parte, quedan entre los amigos y funcionarios de turno.

El populismo mantiene que el Estado (de manera coactiva, esto es, imponiendo tributos para conseguir los recursos) puede hacer de todo. Su fundamento filosófico, el racionalismo constructivista, cree que con la razón humana de un diseñador, el dirigente "iluminado", podrán construirse las sociedades coactivamente, despreciando toda organización existente, espontánea y libre, despreciando la verdadera naturaleza real de las cosas.

Pero la realidad demuestra que la coacción estatal poco puede construir. Por ejemplo, el profesor Steve Hanke afirma que “mediante la Dirección de Veteranos (VA), el gobierno estadounidense opera el mayor sistema de servicio de salud del país... el costo de construcción por cama de los hospitales para ancianos de la VA es casi 290% más que en los hospicios privados similares... el equipo de administración de construcción de la VA tiene 16 veces más empleados por cama que... el sector privado, y los proyectos de la VA requieren de 3,5 veces más tiempo de construcción que los proyectos privados... el costo promedio de los hospitales de la VA es superior en un 70% para tratamiento agudo... 48% para cirugía y 140% para un hospicio".

La gran obra del Padre Grassi, la Fundación Felices los Niños, alberga a más de seis mil niños sin hogar en Argentina. Cada niño les costó, en el año 2001, 228 dólares por mes, pero al Estado argentino cada niño le costaba entre 752 y 1.507 dólares. Es decir, que el Estado, además de impedir la caridad privada y el accionar humano, desperdicia recursos, provocando las tragedias que experimentamos hoy en la Argentina.

Alejandro A. Tagliavini es miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE (Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas).
© AIPE

En Libre Mercado

    0
    comentarios