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Alejandro A. Tagliavini

La realidad se impone

Los manifestantes atacaron la comisaría con armas y mataron a un policía. Hechos comparables ocurrieron en los años 70, cuando Kirchner simpatizaba con la banda terrorista Montoneros, hasta el punto que varios de sus miembros forman hoy parte del gobierno

Cuando la realidad se impone, se terminan las ideologías. Cuando les tocan el bolsillo, los sindicalistas y los estatistas piden menos impuestos. Y cuando los "progresistas" son gobierno, el mismo terrorismo, que antes era una "lucha por la liberación nacional", resulta que ahora es criminal.

Irónicamente, los sucesos ocurrieron en la ciudad de Las Heras, en la provincia natal del presidente Néstor Kirchner, Santa Cruz. Unos mil manifestantes rebeldes, "desamparados" por el sindicato petrolero oficial, acudieron a la comisaría exigiendo la libertad de un dirigente detenido por liderar cortes de caminos, impidiendo el paso por la "ruta del petróleo" y provocando pérdidas a las compañías de 50 millones de dólares.

Los cortes de rutas se realizaban para reclamar un aumento en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias personales y la anulación del impuesto para los trabajadores del sector. Según Kirchner, estos obreros petroleros ganan entre 1400 dólares y 1700 dólares al mes, o sea 75% más que el promedio nacional, según el ministerio de Economía.

El Estado populista no cumple su promesa demagógica de aumentar los sueldos reales. Así, según el propio gobierno, un 20% de los argentinos captaron el 53,6% del ingreso nacional en 2005, mientras que, en el otro extremo, 40% de la población apenas recibió el 11,7% de los recursos. Así aumenta la brecha entre ricos y pobres bajo el socialismo argentino.

Mientras tanto, el mismo Estado populista aumentó la brutal carga impositiva al no incrementar el "salario mínimo no imponible". Entonces, con una alta inflación, como los salarios no aumentaron paralelamente a los precios, disminuyó el poder adquisitivo y muchas más personas de bajos ingresos ahora tienen que pagar impuestos que antes no pagaban.

Peor aún, como el impuesto es progresivo, cuanto más alto es su salario en términos nominales, sube más la alícuota del impuesto y el porcentaje de lo que extrae el Estado. Para colmo, existe otro impuesto sobre los bienes personales que tampoco fue actualizado de acuerdo a la inflación, de manera que personas que tienen bienes modestos y no pagaban por no superar el mínimo no imponible (de 33.000 dólares), hoy, debido a la inflación, sus bienes se han valorizado teóricamente en más del 60% y tienen que pagar un 0,5% anual sobre lo que excede a lo no imponible.

Estos manifestantes dicen que son trabajadores y que buscan que los impuestos los paguen las empresas y los ricos. No pretenden que se reduzca la presión tributaria general. Ellos no se dan cuenta de que incluso los impuestos que pagan las grandes empresas salen de sus bolsillos, a través del aumento de los precios de los bienes y servicios que sus familias adquieren y la presión en contra los aumentos salariales que ejercen impuestos más altos. Por lo tanto, si quieren menos impuestos tendrán que pedir un achicamiento del Estado.

Los manifestantes atacaron la comisaría con armas y mataron a un policía. Hechos comparables ocurrieron en los años 70, cuando Kirchner simpatizaba con la banda terrorista Montoneros, hasta el punto que varios de sus miembros forman hoy parte del gobierno.

El gobierno nacional decidió enviar a más de 200 gendarmes para garantizar el orden en Las Heras. Los manifestantes entonces permitieron el paso de vehículos. ¡Qué curioso!, El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, debería anotar que, cuando se trata de cobrar impuestos para mantener gastos estrafalarios, demagógicos y para financiar la corrupción, el gobierno argentino despeja las rutas. Pero cuando ambientalistas argentinos cortan rutas hacia Uruguay, exigiendo que no se instalen en el vecino país empresas que, supuestamente, provocarían contaminación, Tabaré protesta y Kirchner no escucha.

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