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Alejandro A. Tagliavini

Sexo, drogas y rock and roll

La corrupción está relacionada al tamaño del Estado (y la cantidad de regulaciones coactivas que maneja), ya que implica la arbitrariedad del funcionario que decide quién puede hacer qué.

Argentina pasó a integrar un circuito mundial de "trata de personas", un negocio global de 12.000 millones de dólares anuales, con ganancias algo inferiores al tráfico de drogas, que se basa en la explotación sexual y laboral, principalmente de niños y adolescentes, según el informe 2005 de la Organización Internacional del Trabajo.

En América Latina el país más desigual es ahora la Argentina, donde la relación de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre llega a 30 veces. 11 millones de argentinos son pobres. Chile es el único país en América Latina que redujo la pobreza extrema a la mitad, según la CEPAL. Pero no lo hizo con asistencialismo estatal, sino creando riqueza a través del mercado.

Meses atrás se produjo un gran revuelo en Buenos Aires debido a que seis personas murieron al incendiarse un taller textil. Allí trabajaban y vivían hacinados unos 50 inmigrantes bolivianos, en condiciones similares a la esclavitud. Una pareja sobreviviente relató que trabajaban 18 horas diarias, sin tiempo libre, y entre los dos ganaban 230 dólares mensuales. Aunque, es importante notarlo, antes vagaban por las calles.

Ahora, esto ocurre debido a la desocupación. Trabajar 18 horas es muy malo, pero peor es vagar sin comer. La falta de trabajo no se debe a que la tecnología desplaza la mano de obra. Por el contrario, los avances técnicos potencian el rendimiento del capital, promoviendo el empleo. Hoy, la gran mayoría trabaja en actividades producto del desarrollo: fábricas de automóviles, empresas de telefonía y tantas otras.

Cuando las exigencias coactivas del Estado contrarían al mercado, los empresarios sencillamente no emplean personal o funcionan en la economía informal. Por caso, cuando el Estado impone un salario mínimo, los empresarios dejan de contratar personal o trabajan "ilegalmente".

En cuanto a la droga, lo cierto es que tiene precios altos, básicamente, porque el Estado la "prohíbe", reduciendo la oferta a "nadie" (léase, solo a los que sobornan lo suficiente). Así, el narcotráfico resulta ser un negocio muy lucrativo y los traficantes pueden pagar mucho por la hoja de coca, que entonces resulta un cultivo rentable para los campesinos, empobrecidos por altos impuestos, y tienen dinero para sobornar a los funcionarios que dicen prohibir la droga.

Washington afirma que los 4.000 millones de dólares invertidos en Colombia en la guerra "contra el narcotráfico" son necesarios. Colombia tiene el 54% del cultivo de coca mundial, Perú el 30% y Bolivia el 16%. Insólitamente, el ocupado Afganistán produce el 89% del opio en el mundo.

Pero la ONU reconoció para el año 2005 un incremento de 6.000 hectáreas en los cultivos de coca (8% más que en el año 2004), mientras que la Oficina de Drogas de la Unión Europea mostró un incremento de 30.000 hectáreas (26% frente al 2004). Así, el potencial productivo de cocaína en Colombia se mantiene constante en 640 toneladas, para un total en toda la región de 1.000 toneladas anuales.

Según Steven Duke, profesor en Yale, "legalizar las drogas reduciría el consumo de alcohol, que es mucho más dañino". De acuerdo con la Comisión Europea, mueren 8.000 personas cada año en la UE por el consumo de drogas e, indirectamente, otras 20.000 personas. Son muchas, una sola muerte es injustificable, pero muchos más mueren por alcohol o por fumar y en accidentes de tránsito.

El Indice de Percepción de la Corrupción 2005, de Transparencia Internacional, muestra una escala del 1 al 10 que es el grado de mayor transparencia. Los países más corruptos son Haití, Chad y Bangladesh con 1,7 puntos; el más transparente es Islandia con 9,7 puntos; mientras que Chile ocupa el puesto 21 con 7,3 puntos, Colombia tiene 4 puntos, Brasil 3,7 y Argentina con 2,8 ocupa el puesto 97.

La corrupción está relacionada al tamaño del Estado (y la cantidad de regulaciones coactivas que maneja), ya que implica la arbitrariedad del funcionario que decide quién puede hacer qué. Los índices de libertad económica coinciden inversamente con el tamaño y corrupción de los gobiernos.

Así, elrock and rollestá en las fiestas de los políticos, quienes sí ganan cada día más.

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