Menú
Alicia Delibes

El medio ambiente y el 11-S

Gary Gardner, director de investigación del Worldwatch Institute, ha presentado ante la “Cumbre Mundial del Desarrollo Sostenible”, que se reunirá próximamente en Sudáfrica, un informe titulado “La situación del mundo 2002”. Con el fin de “concienciar al mundo sobre la situación ambiental del planeta”, no se le ha ocurrido a Gardner comparar los desastres que el descuido del medio ambiente causa en los países pobres con, por ejemplo, los muertos por la droga, el alcohol o el tabaco. Su idea ha sido mucho más original y brillante, ha comparado las consecuencias del calentamiento del planeta, de la contaminación de los ríos o de la tala indiscriminada de árboles con las que tuvieron los atentados terroristas del 11 de septiembre.

El documento de Gardner dice que cada día pueden llegar a morir por enfermedades relacionadas con el agua 14.000 personas diarias, “cuatro veces más que el 11-S”; y que “la deforestación altera los sistemas naturales del mismo modo que el ataque sobre Nueva York alteró el sistema urbano”. Tan sorprendente comparación es utilizada por Gardner para reclamar una mayor inversión en aras a la protección del medio ambiente y a la lucha por un nuevo modelo de desarrollo. Si los Estados Unidos, dice, se tomaran este asunto tan en serio como se han tomado la lucha contra el terrorismo, y en este punto recuerda que el Congreso norteamericano aprobó dos días después del atentado un presupuesto de 40.000 millones de dólares para combatir el terrorismo, dentro de 10 años estaríamos en “un mundo sostenible en plena construcción”.

El pasado viernes fue presentado ante la ONU el informe llamado “US Climate Action Report 2002”, en el que la Administración Bush mantiene su rechazo al Tratado de Kioto que supondría un gasto de 400.000 millones de dólares para la economía norteamericana (diez veces el presupuesto aprobado por el Congreso para combatir el terrorismo). Teniendo esto en cuenta, resulta difícil creer en la ingenuidad política de la comparación hecha por el director del Worldwatch Institute.

Poner en mismo plano el calentamiento del planeta y la deforestación con el ataque terrorista a gran escala que el 11 de septiembre sufrió Estados Unidos es, como mínimo, una desafortunada comparación y un detalle de mal gusto.

En Sociedad

    0
    comentarios