L. D.- En el Comité Federal celebrado este viernes por el PSOE, no sólo se habló del País Vasco y de las recientes elecciones, sino que los asistentes al mismo recibieron un documento de la Ejecutiva socialista que será debatido en la Conferencia Política que tendrá lugar el proximo mes de julio. En el texto se marcan diversos objetivos. Pero todos llevan al mismo fin: dar un nuevo impulso al modelo estatal, para perfeccionar el Estado de las autonomías en una línea federal que supere la “empobrecedora y negativa dinámica de nacionalismos excluyentes, desde una opción integradora y de convivencia”, reconociendo la diversidad y comprometiéndose en la defensa de la paz y de la Constitución.
En palabras de Zapatero durante el Comité Federal, “la Constitución no puede ser un límite, una amenaza, no es algo que nos atenace, que nos tenga, es algo que tenemos, un cauce”. El PSOE pretende servirse de ese cauce para desembocar en una España federal, incluso superando la tesis ya admitida en Ferraz del federalismo asimétrico de Maragall, o del federalismo solidario del balear Francesc Antich. Según dijo el líder socialista, la Carta Magna es “una gran posibilidad, es el límite de la pluralidad y de la convivencia, es permanentemente una llamada al diálogo constructivo para vertebrar España desde todos los puntos de vista”.
Zapatero aprovechó la reunión del Comité Federal para criticar a Aznar por su defensa del texto constitucional. Así, el líder socialista criticó al presidente del Gobierno por su “autismo político”, que es lo que ha provocado que se hable con tanto “desgarro” en España sobre la hipótesis del soberanismo. Por eso, el secretario general del PSOE dijo que su partido defenderá una concepción abierta de la Constitución y pidió al Partido Popular que “acaben interpretándola en su sentido histórico”.
El documento elaborado por la Ejecutiva del PSOE tiene como objetivo principal “reinventar” el Gobierno y el modelo de Administración Pública en España, ya que el actual no responde a los desafíos que marcó el partido desde que Rodríguez Zapatero alcanzó la Secretaría General, en julio del pasado año. “Por ello, proponemos una profunda transformación de los servicios públicos, un nuevo modelo de Administración Pública, articulado y coordinado a todos los niveles territoriales, volcada en satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos”, dice el texto.
Para que este proyecto se adapte al llamado “cambio tranquilo”, el documento dice que “no queremos dividir ni crispar a la sociedad española, no queremos que los ciudadanos paguen las consecuencias de los errores del Gobierno o de nuestras diferencias de opinión”. Para superar esas diferencias de opinión entre los virreyes regionales del PSOE y la cúpula del partido en Ferraz, Zapatero y su equipo parecen haber cedido a las expectativas de sus líderes regionales. Este documento no es más que la demostración de que los socialistas pretenden una revolución total que supere el Estado de las autonomías actual, como exigen algunos de los más destacados barones del partido.
Para poner en marcha esta remodelación, Zapatero comenzará por modificar las estructuras de su partido. Así, el objetivo de la dirección del PSOE es conseguir un “partido democrático y transparente, sin líderes populistas ni recursos económicos inexplicables”. Los cambios que propone la Ejecutiva socialista pretenden “mejorar nuestro funcionamiento interno, para dar expresión a nuestro pluralismo sin que surjan divisiones o confusión”, como ya ha sucedido en aspectos como la negociación del Plan Hidrológico Nacional o en el Pacto por las libertades y contra el terrorismo, que destacados dirigentes del PSOE ya dieron por muerto en la reunión del Comité Federal de este viernes.
El documento, pese a que se debatirá este año, ya anuncia cuatro compromisos que el PSOE cumplirá si gana las próximas elecciones generales (que inicialmente se celebrarían en 2004). Así, los socialistas se comprometen a dar a los ciudadanos información suficiente y veraz, crear mecanismos institucionales para que puedan hacer llegar sus opiniones sobre asuntos públicos de interés, transparencia en los procesos de toma de decisiones y controles externos al Gobierno, y correspondencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Con información de OTR-Press
En palabras de Zapatero durante el Comité Federal, “la Constitución no puede ser un límite, una amenaza, no es algo que nos atenace, que nos tenga, es algo que tenemos, un cauce”. El PSOE pretende servirse de ese cauce para desembocar en una España federal, incluso superando la tesis ya admitida en Ferraz del federalismo asimétrico de Maragall, o del federalismo solidario del balear Francesc Antich. Según dijo el líder socialista, la Carta Magna es “una gran posibilidad, es el límite de la pluralidad y de la convivencia, es permanentemente una llamada al diálogo constructivo para vertebrar España desde todos los puntos de vista”.
Zapatero aprovechó la reunión del Comité Federal para criticar a Aznar por su defensa del texto constitucional. Así, el líder socialista criticó al presidente del Gobierno por su “autismo político”, que es lo que ha provocado que se hable con tanto “desgarro” en España sobre la hipótesis del soberanismo. Por eso, el secretario general del PSOE dijo que su partido defenderá una concepción abierta de la Constitución y pidió al Partido Popular que “acaben interpretándola en su sentido histórico”.
El documento elaborado por la Ejecutiva del PSOE tiene como objetivo principal “reinventar” el Gobierno y el modelo de Administración Pública en España, ya que el actual no responde a los desafíos que marcó el partido desde que Rodríguez Zapatero alcanzó la Secretaría General, en julio del pasado año. “Por ello, proponemos una profunda transformación de los servicios públicos, un nuevo modelo de Administración Pública, articulado y coordinado a todos los niveles territoriales, volcada en satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos”, dice el texto.
Para que este proyecto se adapte al llamado “cambio tranquilo”, el documento dice que “no queremos dividir ni crispar a la sociedad española, no queremos que los ciudadanos paguen las consecuencias de los errores del Gobierno o de nuestras diferencias de opinión”. Para superar esas diferencias de opinión entre los virreyes regionales del PSOE y la cúpula del partido en Ferraz, Zapatero y su equipo parecen haber cedido a las expectativas de sus líderes regionales. Este documento no es más que la demostración de que los socialistas pretenden una revolución total que supere el Estado de las autonomías actual, como exigen algunos de los más destacados barones del partido.
Para poner en marcha esta remodelación, Zapatero comenzará por modificar las estructuras de su partido. Así, el objetivo de la dirección del PSOE es conseguir un “partido democrático y transparente, sin líderes populistas ni recursos económicos inexplicables”. Los cambios que propone la Ejecutiva socialista pretenden “mejorar nuestro funcionamiento interno, para dar expresión a nuestro pluralismo sin que surjan divisiones o confusión”, como ya ha sucedido en aspectos como la negociación del Plan Hidrológico Nacional o en el Pacto por las libertades y contra el terrorismo, que destacados dirigentes del PSOE ya dieron por muerto en la reunión del Comité Federal de este viernes.
El documento, pese a que se debatirá este año, ya anuncia cuatro compromisos que el PSOE cumplirá si gana las próximas elecciones generales (que inicialmente se celebrarían en 2004). Así, los socialistas se comprometen a dar a los ciudadanos información suficiente y veraz, crear mecanismos institucionales para que puedan hacer llegar sus opiniones sobre asuntos públicos de interés, transparencia en los procesos de toma de decisiones y controles externos al Gobierno, y correspondencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Con información de OTR-Press