La hipercomprehensividad
Quizás haya quienes nunca entendieron por qué la LOGSE tuvo una buena acogida social hasta que su implantación puso en evidencia que era un camelo, un engaño, un desafuero y una falacia. Para ellos puede resultar esclarecedor comprobar cómo el nuevo proyecto socialista es bien recibido por mucha gente que es incapaz de darse cuenta de las trampas que se esconden tras las políticas populistas.
Cuando se dice que los profesores no se saben su asignatura, que han perdido la autoridad y que no controlan al alumnado; cuando se dice que hay demasiadas horas de clase y muchas asignaturas absurdas en las que nadie aprende nada; cuando se dice que la ciencia y el conocimiento han sido sustituidos por un emborrachamiento de pedagogía y cuando se dice que el igualitarismo en la escuela ha sido impuesto de forma totalitaria, el Partido Socialista nos sale con que la solución es, más pedagogía, más horas de clase, más profesores, más optativas, más ordenadores, más dinero y más de lo mismo y, encima, a la portavoz del PP, Ana Mato, no se le ocurre otra cosa que reivindicar la autoría del original de tamaño despropósito.
El PSOE quiere ahora luchar contra la dualidad centros públicos / centros privados que él mismo creó y que se ha convertido en el refugio de quienes pueden huir de una enseñanza pública desastrosa; quiere jubilar al profesorado maduro porque entre ellos se encuentran los más recalcitrantes opositores a su régimen; quiere poner bajo el control del Estado a todos los bebés que nazcan en España y así poder educarlos de forma conveniente; quiere convertir las escuelas en casas cuna, en jardines de infancia, en residencias de verano o en cualquier otra cosa con tal de que en ellas no haya que enseñar sino simplemente recoger a los niños; el PSOE, en fin, pide reducción de jornada para los padres cuyos niños tengan dificultades escolares.
Dicen que así podrán ocuparse más de ellos. Una medida que no se entiende bien, pues si como pide Zapatero los niños van a estar 11 meses al año, siete días a la semana y doce horas al día en el colegio, a no ser que ambos, niño y padre, sean acogidos en la casa cuna escolar, obligados a leer juntos una hora más al día semana y ser sometidos a una terapia especial de adaptación social, no veo qué hará el padre con ese tiempo extra libre.
Quizás haya quienes nunca entendieron por qué la LOGSE tuvo una buena acogida social hasta que su implantación puso en evidencia que era un camelo, un engaño, un desafuero y una falacia. Para ellos puede resultar esclarecedor comprobar cómo el nuevo proyecto socialista es bien recibido por mucha gente que es incapaz de darse cuenta de las trampas que se esconden tras las políticas populistas.
Cuando se dice que los profesores no se saben su asignatura, que han perdido la autoridad y que no controlan al alumnado; cuando se dice que hay demasiadas horas de clase y muchas asignaturas absurdas en las que nadie aprende nada; cuando se dice que la ciencia y el conocimiento han sido sustituidos por un emborrachamiento de pedagogía y cuando se dice que el igualitarismo en la escuela ha sido impuesto de forma totalitaria, el Partido Socialista nos sale con que la solución es, más pedagogía, más horas de clase, más profesores, más optativas, más ordenadores, más dinero y más de lo mismo y, encima, a la portavoz del PP, Ana Mato, no se le ocurre otra cosa que reivindicar la autoría del original de tamaño despropósito.
El PSOE quiere ahora luchar contra la dualidad centros públicos / centros privados que él mismo creó y que se ha convertido en el refugio de quienes pueden huir de una enseñanza pública desastrosa; quiere jubilar al profesorado maduro porque entre ellos se encuentran los más recalcitrantes opositores a su régimen; quiere poner bajo el control del Estado a todos los bebés que nazcan en España y así poder educarlos de forma conveniente; quiere convertir las escuelas en casas cuna, en jardines de infancia, en residencias de verano o en cualquier otra cosa con tal de que en ellas no haya que enseñar sino simplemente recoger a los niños; el PSOE, en fin, pide reducción de jornada para los padres cuyos niños tengan dificultades escolares.
Dicen que así podrán ocuparse más de ellos. Una medida que no se entiende bien, pues si como pide Zapatero los niños van a estar 11 meses al año, siete días a la semana y doce horas al día en el colegio, a no ser que ambos, niño y padre, sean acogidos en la casa cuna escolar, obligados a leer juntos una hora más al día semana y ser sometidos a una terapia especial de adaptación social, no veo qué hará el padre con ese tiempo extra libre.