Nunca he entendido la manía de comprar ciertos productos en Navidad y no otros alternativos. Es el caso de las angulas o el marisco. ¿No se pueden comprar otros artículos alternativos? Esa manía supone alterar el equilibrio de los precios hasta el límite del disparate. Son ganas de forzar la economía de mercado. En el fondo es la añoranza del monopolio. Es como si nos gustara la formación de continuos monopolios. Es el efecto de comprar bajo la inspiración de la moda, de las manías. Luego no nos quejemos de los precios que nuestros gustos han provocado. Lo dice el título.
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