Menú
Amando de Miguel

Bilingües y lenguaraces

A veces el bilingüismo se toma como pretexto para disimular la ignorancia, o mejor, la nesciencia. Por ejemplo, el ministro José Blanco se niega a pronunciar dos consonantes seguidas, acogiéndose a su origen gallego.

Lorenzo Díaz, mi dilecto discípulo y ahora contertulio, me pide que comente los barbarismos que introducen en el idioma español los que tienen como lengua materna otra de las peninsulares. Es cierto, pero esa posible "lengua de trapo" en algunas expresiones puede tener su gracia. Por ejemplo, los catalanoparlantes abusan del verbo "hacer". Así, hacen vacaciones o hacen la siesta. En buen castellano diríamos, mejor, "tomarse unas vacaciones" o "echarse la siesta". El vasquismo "a la tarde" (en lugar de "por la tarde") resulta muy simpático. Menos lo es el anglicismo "en la tarde", que ahora tanto se prodiga. Me niego a aceptar ese tópico de que el español más puro sea el hablado en Valladolid o en Madrigal de las Altas Torres. Es como decir que el arroz verdaderamente auténtico es el que se cocina en tal o cual pueblo de la Comunidad de Valencia. Nadie puede registrar esa hipotética primacía local.

El hecho de ser bilingüe no empece para que se hable y se escriba bien el castellano. Por ejemplo, los catalanoparlantes Eugenio d´Ors o Josep Pla escribían un castellano modélico. Unamuno o Pío Baroja introducen algunos vasquismos, pero son maestros del buen escribir en castellano.

A veces el bilingüismo se toma como pretexto para disimular la ignorancia, o mejor, la nesciencia. Por ejemplo, el ministro José Blanco se niega a pronunciar dos consonantes seguidas, acogiéndose a su origen gallego. Así, "efetivo" (= efectivo), "ojetivo" (= objetivo). Pero eso es pura nesciencia, esto es, ignorancia culpable. Los gallegos cultos pronuncian perfectamente esos sonidos de dos consonantes seguidas. Peor es el asalto al idioma común que perpetra don José Blanco. Zapeo algunas televisiones y me encuentro el rostro siempre sonriente del ministro Blanco, aunque se refiera a los destinos más negros de la Economía. En solo unos minutos de su discurso anoto estas perlas: "reducieron" (= redujeron), "ralantín" o "ralentín" (= ralentí), "convezca" (= convenza), "preveer" (= prever). Me temo que el lenguatrapo de don José acumule méritos suficientes para suceder a Zapatero. De momento es su portavoz y, como tal, un maestro del politiqués. Habrá que seguir a este personaje. "Efetivamente", nos esperan grandes días de gloria lingüística. 

En Sociedad

    0
    comentarios
    Acceda a los 2 comentarios guardados