Eso es el turismo para los españoles, una fuente inagotable de exportación. Además, contamina mucho menos que la extracción y refino del petróleo. En ambos casos estamos ante predicciones erróneas. Hace una generación se dijo que el petróleo se iba a acabar, así como el turismo. De momento ambas industrias siguen creciendo. Lamentablemente, España debe importar todo el petróleo que consume. Pero España es la primera potencia turística mundial en valores por habitante. Habrá que cuidar la gallina de los huevos de oro. La construcción con propósitos turísticos debe extremar la norma de calidad. La seguridad ciudadana debe ser máxima.
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