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Amando de Miguel

Cuestiones particulares de interés amplio

Don Luis insiste en que debo recuperar la "alegría en la expresión" que manifestaba hace tiempo en estos artículos. Reitero lo dicho respecto a mi último libro. Anticipo que me va a traer no pocos quebraderos de cabeza.

Antonio Maizcurrena se pregunta por el nombre que se debe dar a este género que yo practico en Libertad Digital. No son propiamente "artículos", pero tampoco "notas", por lo que don Antonio propone llamarlos "artinotas". Ya dije que, en buena evolución del idioma, tendrían que ser llamados "artejos", por lo mismo que "cangrejo" se deriva de "cangrículum". Dado que estas piezas se escriben y se leen con propósito festivo, podrían ser "divertículos". O también, por lo inquietos y molestos, "artículos de mal asiento". En fin, ustedes dirán, queridos libertarios.

Luis Bayo (Guatemala) se queja de que últimamente ande yo un poco cansado o aburrido a través de mis escritos. Me aconseja que sea un poco más peleón con los que me caen gordos "política o filológicamente". Haré lo que pueda, pero he recibido muchos palos por ser nada más que "independiente". Sugiero a don Luis que se haga con un ejemplar de mis Memorias y desahogos, mi último libro, que acaba de salir. Ahí verá lo que es ser peleón y las malas consecuencias que trae.

Don Luis insiste en que debo recuperar la "alegría en la expresión" que manifestaba hace tiempo en estos artículos. Reitero lo dicho respecto a mi último libro. Anticipo que me va a traer no pocos quebraderos de cabeza. Conozco bien a mis colegas, compatriotas y correligionarios. Por lo menos me he desahogado, aunque a veces pienso que muchas páginas de ese libro son un verdadero ajuste de cuentas. A estas alturas no voy a andar con remilgos.

Félix Muradás, al hilo de las disquisiciones mantenidas aquí sobre el enebro, me envía toda una lección de botánica. Empieza por distinguir dos especies de enebro, el común y el oxicedro. El primero da bayas de color azul oscuro y prefiere las umbrías. El segundo da bayas de color pardo rojizo y se siente mejor en la solana. Del oxicedro se obtiene la miera, una especie de brea que se emplea para combatir algunas enfermedades. No hay que confundir el enebro con la sabina o "cedro de España". El nombre de los Monegros es por los bosques de sabinas (con un follaje oscuro) que ocupaban antes esos eriales. Don Félix añade que, al talarse los enebros y sabinas, se amplían los encinares y, tras las encinas, proliferan los pinos. Ese movimiento lo tengo yo comprobado en la minúscula parcela de monte que rodea mi casa. Veo que los oxicedros son muy frágiles; ceden ante el mayor empuje de las encinas y pinos. Pero conviven las tres especies con las jaras y los romeros. Ese es el paisaje que me rodea.

Como es sabido, esta seccioncilla se logra con las aportaciones espontáneas de muchos libertarios, los enamorados de la lengua española. Un impulso tan modesto nos une a todos, incluso aunque la mayoría de los corresponsales no nos conozcamos personalmente. Pero, a veces, de tanto cartearnos a través de la internet, llegamos a ser amigos e incluso forzamos la ocasión para conocernos personalmente. Eso es lo que ha ocurrido la semana pasada con uno de los colaboradores más asiduos de esta seccioncilla, José María Navia-Osorio. Mi mujer y yo nos trasladamos a San Esteban de Pravia, junto a Muros de Nalón, donde los Navia-Osorio tienen su residencia de asueto. Estuvimos a mesa mantel casi todo un día con una gran parte de su extensa familia. La inacabable tertulia fue una delicia. Hicimos una pequeña excursión para visualizar el conjunto maravilloso de casas de indianos. Se comprobó que también los adultos talluditos pueden hacerse amigos a través de la internet.

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