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Amando de Miguel

Dudas gramaticales sin resolver

Carlos Amor Lahera encuentra fácil la fórmula para resolver el queísmo o el dequeísmo. Basta preguntar. Por ejemplo, "¿De qué tienes ganas? Tengo ganas de que...". O bien, "Qué piensas? Pienso que...". Creo que la cosa no es tan fácil como parece.

Debo insistir en que esta seccioncilla no se ocupa tanto de la Gramática normativa como del uso de las palabras y significado social. Pero las dudas gramaticales y ortográficas aparecen por todas partes. Tampoco las voy a desatender, aunque sea nula mi autoridad sobre el particular. Más bien son dudas que se traen aquí para dar pie a la polémica.

Miguel Ángel Lacama me pregunta cómo es que muchas palabras inglesas de uso diario en español no se adaptan a nuestras reglas de acentuación Por ejemplo, "marketing" o "factoring". Al ser esdrújulas, tendrían que llevar tilde, pero usualmente no la llevan. Entiendo que lo mejor sería castellanizarlas del todo, como hemos hechos con "fútbol" o "béisbol". De la misma forma, tendríamos que escribir "márquetin" o "fáctorin".

Carlos Amor Lahera encuentra fácil la fórmula para resolver el queísmo o el dequeísmo. Basta preguntar. Por ejemplo, "¿De qué tienes ganas? Tengo ganas de que...". O bien, "Qué piensas? Pienso que...". Creo que la cosa no es tan fácil como parece. El ministro de Fomento emplea siempre la fórmula "no tengo duda que...". Suena mejor "no tengo duda de que...".

Gabriel Moncalián Arsuaga opina que está mejor dicho "la mitad de los españoles están descontentos" que "la mitad de los españoles está descontento". Estoy de acuerdo con don Gabriel, por mucho que la concordancia en singular sea la que predomine en la práctica. Mi uso particular es decir "el 27% está de acuerdo" o bien "el 27% de los entrevistados están de acuerdo".

Ángel Sánchez (Zamora), aunque sin estudios, observa que "un gran comunicador", al referirse al Rey Juan Carlos, ha dicho que "Su Majestad permanecía muy atenta". Don Ángel opina que debería haber dicho "atento". Tiene razón don Ángel. Se confirma mi idea de que en las cuestiones gramaticales vale más el oído que los estudios.

Fredy Queen explica que su otro alias es "la tilde obsesiva". Por eso me dice que "Rociíto" (como yo ponía en un artículo anterior) no lleva acento. Lo he consultado con mi gramático de cabecera, Francisco Marcos-Marín, y él considera que "Rociíto" está bien escrito así. A mí me suena mejor con tilde, pero, si hay que quitarla, se quita.

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