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Amando de Miguel

El nudo gordiano del nuevo Gobierno

Pedro Schwartz, Francisco Cabrillo y Antonio García Ferrer: cualquiera de ellos podría ser un buen presidente de Gobierno.

Es conocido el mito del rey Gordias, amante de la promiscua diosa Cibeles, que mostraba en su carro un nudo tan perfecto que nadie había conseguido desatarlo. Alejandro Magno probó a hacerlo y lo desbarató de un tajo con su espada. La hazaña se maneja como expresión de las decisiones terminantes para resolver situaciones imposibles.

A nosotros, los españoles, nos acucia ahora una tarea de suma dificultad: cómo formar un Gobierno a partir de un resultado electoral endiablado. Parece un acertijo dentro de un galimatías.

Lo lógico es que se formara una coalición o Gobierno de concentración entre los tres partidos llamados constitucionalistas. Porque, he ahí la paradoja, hay partidos en el Congreso que no creen en la Constitución. Áteme usted esa mosca por el rabo. El segundo partido en número de escaños (PSOE) no se aviene ni siquiera a hablar con el primero (PP). Donosa democracia.

He propuesto en diversos medios que el Rey propusiera como candidato a Alberto Rivera (C's). La idea sería formar un Gobierno de coalición con elementos del PP y del PSOE. Que si quieres arroz, Catalina.

Me temo que cualquier solución con los líderes de los partidos no sea hacedera. Una salida in extremis sería que el Rey encargara formar Gobierno a una persona independiente. Me atrevo a sugerir las cualidades que debería tener: 1) independencia de los partidos; 2) mentalidad liberal; 3) conocimiento profundo de la economía; 4) dominio del inglés hablado y escrito. Los dos últimos puntos parecen un capricho o un adorno, pero son imprescindibles. Resulta lamentable que no hayamos tenido nunca un presidente de Gobierno que supiera economía a fondo y que hablara inglés con fluidez. Ya es desgracia.

Con el baremo expuesto, me salen los nombres de tres catedráticos de Economía: Pedro Schwartz, Francisco Cabrillo y Antonio García Ferrer. Son personalidades eminentes y los conozco muy bien. Supongo que habrá más candidatos que reúnan las especificaciones dichas. Me imagino que cualquiera de los tres podría formar un Gobierno con políticos destacados de los tres partidos constitucionales.

Cabe, incluso, aceptar la solución que propongo para un periodo de un par de años. Se supone que para entonces habríamos superado la crisis económica. Mientras tanto, se podría redactar una nueva ley electoral, una ley de partidos y una enmienda a la Constitución. También puedo dar ideas para esas necesarias tareas, pero por hoy es suficiente.

En España

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