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Amando de Miguel

Errores crasos y ligeros

Lo que funciona en España ahora es la sustitución del imperativo por el infinitivo. Es típico de los profesores. Por ejemplo, “mañana venir con ropa deportiva”. No es un gran defecto si se mantiene en el lenguaje hablado.

Joaquín Fanjul anota la expresión "no queda de otra" en una tele para indicar que no hay otra alternativa. Pregunta si está bien dicha. Me resulta un poco rara. Se podría decir "otra le queda" para indicar que hay algunas reservas, pero aun así, no me convence mucho. Lo más sencillo es decir "no queda otra opción".

M. Ángel Fajardo toma nota de otra expresión oída en la tele: "ambos dos están de acuerdo", que considera un catalanismo. No es así; se trata de una locución perfectamente castellana, solo que una miaja cultista o refitolera. Otra consulta es si "poner tierra de por medio" es aceptable o no. También tengo que decir que se puede emplear sin temor. Poner tierra de por medio equivale a señalar que se deja un espacio entre dos puntos. Reconozco igualmente que pertenece a una lengua literaria.

Íñigo Benjumea de la Cova se queja del abuso que hay ahora del verbo "hacer". Lo atribuye a una influencia excesiva del inglés que está degenerando nuestra lengua. Cierto es. En inglés el verbo "hacer" (to do, to make, to get) se utiliza para todo. Añado que el catalán es también muy favorable a ese uso. Los catalanes "hacen vacaciones", mientras que el resto de los españoles nos las tomamos o las cogemos (con permiso de los argentinos). Últimamente se oye decir en todas partes que "hacemos vacaciones" o "la siesta". Es un catalanismo simpático. Repugna un poco en el lenguaje escrito.

O. Sal (o algo parecido) opina que se está produciendo un "atroz genocidio del español" a través de los medios de comunicación. Hombre, me parece un poco exagerado. El idioma español goza de una capacidad de expansión en el mundo como nunca se había conocido. Bien es verdad también que retrocede en algunas regiones españolas por mor de la enseñanza en las respectivas lenguas privativas. Pero los medios de comunicación también ayudan a limpiar, fijar y dar esplendor a la lengua común. Sin ir más lejos, no otro es el propósito de este rinconcillo en LD, que lleva varios lustros de vida. Se basa en la curiosidad y el interés de los libertarios por el idioma.

José Daniel López Salazar se extraña y alarma del repetido uso del imperativo en las frases exhortatorias. Por ejemplo, "vayamos", "sentémonos", etc. En su opinión eso se debe a la traducción de las películas. Puede ser. En inglés el imperativo se forma con el auxiliar "let", que lo hace más formal. Añado que lo que funciona en España ahora es la sustitución del imperativo por el infinitivo. Es típico de los profesores. Por ejemplo, "mañana venir con ropa deportiva". No es un gran defecto si se mantiene en el lenguaje hablado. Otro detalle que observa don José Daniel es que se utiliza mucho el gentilicio "madrileño", pero no otros gentilicios. Por ejemplo, "el madrileño parque del Retiro", pero no "el santanderino paseo de Pereda". Es cierto; no lo había observado. Ignoro por qué se produce esa peculiaridad.

Sobre la degeneración de la lengua, Adolfo Díaz la atribuye a los educados bajo la LOGSE, a pesar de que la Literatura es ahora más bien Lengua. O quizá sea por eso. Desde luego, ese hecho no se corresponde con el tópico de que ahora contamos con la generación juvenil más preparada de la Historia de España. Don Adolfo anotó el otro día una valla publicitaria con este texto: "Come cómo en casa". Es claro que el redactor se pasó de tilde. Se queja don Adolfo de un escrito oficial de la Universidad de Murcia en el que se escribe "la nueva aula virtual", lo que considera un error. No estoy de acuerdo. Bien es verdad que debe decirse "el aula", aunque "aula" es una palabra femenina. Pero esa excepción se mantiene solo con el artículo, no con otras palabras. Por tanto, diremos "el aula virtual" y "la nueva aula". Reconozco que es una regla dura. Muchas veces yo también me confundo. Añado que, en una reciente encuesta periodística levantada por el simpático Andrés Caparrós, la mayor parte de los consultados en la calle no sabían nada de la batalla de Lepanto. Solo un par de señoras talluditas dieron una contestación pasable. Era evidente que habían ido a la escuela antes de la LOGSE.

José A. Martínez Pons se lamenta de la profusión del "detrás mío" o "ha habido", que atribuye a la influencia del catalán. Don José Antonio asegura que en buen mallorquín se dice "hi ha hagut", como en castellano ("ha habido") y no "hi han agut", propio del catalán. No soy un experto, ni mucho menos, pero me suena que en el catalán clásico también se decía "hi ha agut". Al libertario mallorquín le molesta mucho esa moda del imperativo brusco acompañado del tuteo indiscriminado. Digo lo mismo. Por ejemplo, en una línea aérea de bajo coste nos dicen por el altavoz: "Abróchate el cinturón". Si al menos nos dieran un café y un periódico, tendría un pase. Otra anotación de don José Antonio es que en el Bierzo se utiliza "encima" como una especie de añadido o suplemento de la comida principal. Por ejemplo, en el cocido se toman "el caldo encima", se entiende, después de los garbanzos y el compango. Supongo que ese "encima" es un equivalente del "además". No me molesta.

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