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Amando de Miguel

Frases más o menos hechas

Para mí que esto del "calentamiento global" es el equivalente secularizado de la segunda venida de Jesucristo y del Apocalipsis. El propósito es el mismo: que la gente ande temerosa. Con el miedo generalizado, los que mandan siempre ganan.

Julio Berzosa sostiene que al dicho "el saber no ocupa lugar" hay que entenderlo en el contexto de una época antigua en la que había pocos libros y era muy necesaria la memoria. Las personas instruidas podían desplazarse a otros lugares con la ventaja del saber acumulado que llevaban con ellos. Me parece muy ingeniosa la interpretación de don Julio, pero me atengo más a la creencia tradicional de que el cerebro humano tiene una infinita capacidad de acumular memoria y relaciones. Hoy sabemos que esa capacidad es limitada. Es más, la verdadera marca del cerebro humano es la de borrar cosas de la memoria para almacenar otras nuevas. Es el dispositivo que luego han copiado las calculadores HP y supongo que otras muchas. Puede, incluso, que el saber no ocupe mucho lugar, vista la nanotecnología del cerebro humano, pero el aprender ocupa tiempo.

José Mª Navia-Osorio, siempre tan curioso, se pregunta por el origen de algunas expresiones con términos religiosos y significación harto pagana. Por ejemplo, "hacer la Pascua", "se armó el belén", "se armó la de Dios es Cristo". Mi impresión es que en esas y otras frases hechas del mismo cariz ("estar como un eccehomo", "sentarle como a un Cristo dos pistolas", etc.) late el fenómeno de la religiosidad popular. Es decir, los asuntos religiosos pasan a ser familiares, cotidianos. Es claro que a Jesucristo le auguraron la fiesta de la Pascua hasta el límite de su tormento y muerte. Es un suceso hiperbólico para cualquier comparación de tejas abajo. El "belén" de las representaciones populares no puede ser más caótico o por lo menos heteróclito. No digamos si se introducen figuras tan populares como las lavanderas (en plena noche de invierno) y el caganet de los catalanes. Lo de "se armó la de Dios es Cristo" es, efectivamente, (como sugiere don José Mª) un recuerdo del Concilio de Nicea donde se discutió la divinidad de Jesucristo. Habría que ver la pasión que pondrían aquellos teólogos.

Ya de paso, don José Mª se queja del tiempo meteorológico tan crudo que está haciendo en Asturias, como contraste con la retórica del "calentamiento global". La misma sorpresa la tenemos aquí, en San Antonio, donde parece dilatarse el invierno. En Arizona nos pilló el otro día una nevada antológica. Los grandes ríos americanos se han desbordado después de unas lluvias sin precedentes. Para mí que esto del "calentamiento global" es el equivalente secularizado de la segunda venida de Jesucristo y del Apocalipsis. El propósito es el mismo: que la gente ande temerosa. Con el miedo generalizado, los que mandan siempre ganan.

José Carlos Martínez Aranguren protesta por mi aceptación del vulgarismo de "boca a boca" como la adaptación de by word of mouth. Don José Carlos dice que sería mejor "de boca en boca" o "de boca a oreja". No dudo de la mayor precisión de esas dos opciones, pero el habla se impone por razones estadísticas. La gente seguirá aludiendo a la transmisión "boca a boca" de una noticia o un rumor. Tampoco es muy preciso decir que "el sol sale" o "se pone", y seguiremos diciéndolo así. La precisión racional o científica no es la única variable que cuenta en la fijación de las palabras o frases.

José Luis Mallagaray Aramburu recuerda que "boca a boca" es una práctica de urgencia médica en casos de parada respiratoria. Cierto es, pero, quizá por contagio o por comodidad, ha pasado a indicar también la forma en que se transmiten personalmente las noticias o rumores. Andreas Constans insiste en que la expresión mejor para esa última función es "de boca en boca". Aduce esta hermosa copla:

De boca en boca van
de boca en boca van
saltando los rumores
anda y dime que es mentira
que tú no tienes dos corazones.

Me convence ese "de boca en boca", pero la ley de la constancia estadística tiene mucha fuerza.

José R. Perdigón (Greenhills, San Juan del Monte, Filipinas) añade una nueva adquisición a la lista de refranes eutrapélicos: "El que a buen árbol se arrima, si no le ve el guardia, orina".

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