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Amando de Miguel

Interés por el lenguaje

Me consta que esta seccioncilla la siguen muchas personas con interés. Muchas más se interesan por las cuestiones del idioma propio. Sin embargo, es agobiante la cascada de malformaciones del lenguaje que nos inunda por todas partes. La cosa es contradictoria pero real; es decir, estamos ante una gran paradoja. Es algo parecido al indudable interés que existe por la nutrición. El cual es compatible con el hecho de que nunca ha habido tantos glotones y tantos inapetentes. En ambos casos se generaliza el saber de lo que conviene hacer, pero después muchos se saltan la norma. Comprendo que en cuestiones de alimentación uno no pueda resistirse a las tentaciones de comer en exceso o de obsesionarse por no engordar. Pero no se me alcanza qué interés puede haber en emplear mal las palabras. A no ser que utilicemos el lenguaje con el deliberado propósito de esconder nuestros pensamientos, que todo puede ocurrir. Desde luego, es lo que parece cuando uno escucha los discursos de muchos políticos. ¿Por qué se empeñarán tanto en hablar a troche y moche si no saben hilvanar dos frases? La incontinencia verbal siempre fue motivo de risa.

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