Se me acercó un libertario y me espetó con toda la seriedad del mundo: "Usted me ha ofendido". Hombre, solo se ofende cuando se quiere ofender. Se explicó: "Usted ha dicho que Cataluña es independiente". Tuve que explicarle que se trataba de una licencia literaria, de una ironía. Mi idea era que para la completa independencia a Cataluña le faltan tres detalles: a) los jueces, b) la agencia tributaria y c) el portaaviones, como símbolo de la soberanía. Sigo ironizando, aunque ya veo que sobre esta cuestión de Cataluña no caben muchas bromas. Pido perdón a mi libertario ofendido.
Comparo la posible independencia de Cataluña con la de otros países europeos a lo largo de los últimos 150 años. Por ejemplo, Irlanda, Noruega, Eslovaquia, Finlandia. En casi todos los casos algunos de los líderes de la emancipación han pasado por la cárcel. Así pues, tampoco sería una aberración histórica que Mas, Junqueras, etc. conocieran la prisión. De esa forma adquirirían un aura de héroes o de mártires que no tienen. Tendrían que forzar un poco la situación para conseguir ese triunfo. Sería una cárcel benévola.
Lo malo para los separatistas es que la posible independencia de Cataluña llega tarde. Ya pasó el tiempo de las secesiones basadas en hechos lingüísticos o culturales. Hay regiones en Europa que tendrían más razones objetivas para separarse del tronco común. Pensemos en Carelia (parte de Finlandia y parte de Rusia), Córcega o Bretaña (parte de Francia) o Baviera (parte de Alemania). No creo que prosperen. La lengua o la cultura no son razones determinantes para los movimientos secesionistas. La Unión Europea no es un modelo de Estado federal, pero no toleraría fácilmente nuevas divisiones de los Estados miembros. Ni siquiera la de Escocia sería aceptable, y eso que hubo reyes escoceses. Barcelona solo tuvo condes.
No sé si se me va a ofender alguien, pero veo más probable la secesión del país vasconavarro que la de Cataluña. También Navarra tuvo reyes. Ahora sabemos que el reciente brote de secesionismo en Cataluña sirve para tapar las vergüenzas del régimen cleptocrático (de ladrones) que han tenido durante la última generación. De ahí ese mecanismo proyectivo de "España nos roba". Cree el ladrón que todos son de su condición. Por eso también ese movimiento abarca varios grados del abanico político, lo que dificulta su éxito. En el País Vasconavarro han pasado antes por una táctica necesaria: borrar del mapa o empequeñecer los partidos "españoles". En Cataluña no han podido con el inesperado auge de Ciutadans. No se esperaba porque la política de inmersión lingüística durante una generación no ha sido suficiente. Eso prueba la vitalidad de la lengua española.