Menú
Amando de Miguel

La lectura fugaz

Me parece que fue Gregorio Salvador quien primero lo observó. En los transportes públicos se lee cada vez más. Lo certifico para Madrid, sobre todo en los trenes de cercanías. La mayoría no lee nada, es cierto, pero cada vez se ven más libros. No novelitas de quiosco sino libros serios. Las mujeres leen más libros; los hombres, periódicos. Quiero creer que los que no leen hacen lo que yo: imaginan el artículo que van a escribir. Yo escribo así mucho, pensándolo antes, como el jugador de ajedrez de Dostoyewski.

0
comentarios