Es un misterio el hecho repetido de la acumulación de trabajo, ahorro, patrimonio. No basta con la consideración racional de que uno acumula para la vejez. No es razón suficiente, puesto que casi todos los que se mueren de viejos transmiten algo en herencia. Casi nadie consume todo lo acumulado. Nos vamos de este mundo con más propiedades de las que heredamos. Ese es el secreto del desarrollo, del dinamismo social. No se acumula por codicia ni por necesidad. Es para demostrar que la vida de uno ha valido la pena, que uno ha sido útil. La vida es acumulación.
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