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Amando de Miguel

La política es razón y lenguaje

"Francia y el Reino Unido tenían que escoger entre la guerra y el deshonor. Han escogido el deshonor. Tendrán la guerra". La frase bien podría aplicarse al PSOE ante el llamado "proceso de paz" con los terroristas vascos

Como saben los libertarios he decidido descender al ruedo de la política, bien que como peón de brega y en el albero local. De momento, he participado en una especie de mitin sosegado (sin gritos y sin televisión) en mi pueblo de residencia, Collado-Villalba, la capital de la Sierra madrileña. El lugar: el espléndido auditorio de Peñalba, una hermosa quinta convertida en centro cultural. Presidía la tenida Julio Henche, presidente local del PP, con una visión nacional de la política. Hablamos con manifiesto entusiasmo Víctor Pérez Velasco (nos conocimos como libertarios a través de esta seccioncilla), yo mismo y el público interviniente, muy entregado. Don Víctor dio "diez razones para no votar a la izquierda" y yo aporte el complemento de "diez razones para votar a derechas". El decálogo viene a ser una forma de desentrañar algunas palabras para convertirlas en ideas.

Me escribe Alejandro del Valle Roldán, asistente al mitin, que acaba de afiliarse al PP, aunque mantenga alguna discrepancia respecto a la táctica electoral del partido. Se explaya: "Coincido plenamente con los diez puntos que expuso el pasado viernes. Espero que me ayuden en mi objetivo de convencer a las personas que me rodean de que no voten al PSOE. No pido el voto para el Partido Popular; sería un éxito conseguir lo primero". Don Alejandro me pide que le haga llegar el decálogo dichoso. Con mucho gusto lo cuelgo en esta seccioncilla por si pudiera servir. Lo trocearé en tres entregas con el ánimo de que los libertarios puedan aportar sus críticas añadidas y rectificaciones. Será bienvenida esa colaboración.

Diez razones para votar a derechas: El compromiso de los ciudadanos con España
  1. Se abre en España una campaña electoral decisiva, primero a escala local y luego nacional. Es un enfrentamiento a cara de perro. O gana el PP por mayoría absoluta o gana la coalición de todos los demás partidos, singularmente la coalición de nacionalistas y socialistas en sus distintas versiones. Es difícil la indiferencia o la neutralidad ante esas dos opciones tan encontradas y excluyentes. Si gana la coalición de izquierdas y nacionalista se remataría el disparate actual por el que se hace ver que la última guerra civil la ganaron los rojos. Es una mayúscula involución llamada oficialmente "memoria histórica". No será la única degradación del lenguaje.
  1. El actual presidente del Gobierno ha acusado al PP de ser la extrema derecha. Es una clara proyección psicológica. El PSOE gobernante se presenta realmente como un partido de extrema izquierda, o mejor, una extraña izquierda radical. De esa forma se alía fácilmente con los nacionalistas o los comunistas y afines allí donde haga falta.

No estamos ya ante la vieja izquierda de las nacionalizaciones de las grandes empresas y el reparto de tierras. Ahora la izquierda radical que nos gobierna en España es la que favorece las pretensiones de los colectivos feministas, ecologistas, fundamentalistas, homosexuales. En el plano internacional destaca el resentimiento contra los Estados Unidos y en general contra la cultura occidental para orientarse hacia las dictaduras y populismos de toda laya. En el plano nacional esa izquierda se entiende muy bien con los nacionalismos secesionistas, incluso con la banda terrorista vasca. Es un extraño Gobierno de España que se desentiende de España.

  1. Esa nueva izquierda radical supone, además, una traición al socialismo histórico, a su compromiso en favor de la igualdad. Se percibe, por ejemplo, en la oposición del Gobierno actual a trasvasar el agua de unas cuencas a otras, una vieja propuesta socialista de la época republicana. Aunque el mayor atentado contra la igualdad es el mantenimiento de un sistema de enseñanza que minimiza la calidad y el esfuerzo. De esa forma resultan perjudicados los hogares modestos.
Lo anterior puede ser discutible; todo depende de la ideología de cada uno. Pero hay un hecho todavía más palmario. La política del Gobierno socialista supone una traición a los españoles. No otra cosa es la claudicación ante los terroristas vascos. Se repite como caricatura la "negociación para la paz" (el apaciguamiento) de la Conferencia de Munich de 1938. Allí los Gobiernos de Francia y Reino Unidos claudicaron ante los nazis alemanes. El Gobierno español actual no solo se rinde ante los terroristas vascos sino ante el más difuso y cruel terrorismo islámico. No otra cosa es la "alianza de civilizaciones", un remedo del "apaciguamiento" de 1938. Se podría repetir la famosa frase de Winston Churchill, dirigida hacia los aliados que claudicaron ante Hitler en la Conferencia de Munich: "Francia y el Reino Unido tenían que escoger entre la guerra y el deshonor. Han escogido el deshonor. Tendrán la guerra". La frase bien podría aplicarse al PSOE ante el llamado "proceso de paz" con los terroristas vascos o ante la "alianza de civilizaciones" con los islamistas. El Islam es una religión monoteísta emparentado con el Cristianismo, pero el islamismo es hoy una doctrina fanática que favorece el terrorismo y sojuzga a la mujer, entre otras lindezas. Sería una gran hazaña histórica que el Islam rechazara el islamismo.

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