Las explosiones de bombas terroristas constituyen un suceso cotidiano, sea en un país o en otro. Los que redactan las noticias de la tele no saben cómo impresionarnos para contrarrestar la rutina de ese tipo de noticias. Ahora han dado en decir que las explosiones son “deflagraciones”. La verdad es que suena tremebundo, pero no es así. Deflagrar es “arder súbitamente con llama y sin explosión”, como cuando se prende un charco de alcohol. Así pues, lo de calificar como una “brutal deflagración” al camión cargado con explosivos de los chechenos es un disparate léxico. Así lo oí por la tele el otro día. Los terroristas querían una verdadera explosión para hacer el mayor daño posible, no una deflagración. ¿Estamos?
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