Menú
Amando de Miguel

Las variaciones dialectales de los españoles

Puestos a exhibir reliquias léxicas, yo tendría que reivindicar el sayagués, la reminiscencia latina de mi tierra de nación. Lo chapurreaba ya Viriato.

Rafael Pellegrini (natural de Albacete) recoge la maldición de un viejo anarquista de su ciudad: "¡Cagüen un saco perras y en ca perra un dios!". Recuerda asimismo que en el Albacete de su niñez zorro era algo así como "tonto", a diferencia de lo que en otras regiones se aproxima a "listo". Así es el habla del pueblo.

Carlos M. Padrón (Caracas, Venezuela, originario de El Paso, La Palma, Canarias) me envía algunas precisiones sobre el verbo chingar tal como se usa en su pueblo de nación. En principio, chingar equivale a "soltar un chorro de algún líquido", pero que se hace generalmente "con mala intención". Añado que, según Camilo José Cela, chingar es voz de caló que significa "copular". En México se llega a la apoteosis con docenas de frases, a cual más expresiva, en las que interviene la voz chingar en el doble sentido de fornicar y de fastidiar.

Antonio Hidalgo se queja de que el club deportivo Español aparezca ahora en la prensa como Espanyol. Argumenta que los andaluces podrían llamar Seviya al Sevilla club de fútbol. No entro ni salgo. La cuestión está en que los catalanes han decidido que el club Español se designe como Espanyol. Hay precedentes de esos cambios onomásticos. El club de fútbol de Milano no se llama así sino Milan porque su fundador, un inglés, así lo llamó. Más grave me parece la imposición de que, en castellano, tengamos que decir Girona y no Gerona por decisión de los políticos.

Antonio Grande (Cádiz, oriundo de Cantabria) se refiere a la fórmula asturiana de "la mi morena". Afirma que su abuela, nacida en Santander y residente en Cádiz, decía "la mí consuegra" con una curiosa pausa entre "mí" (acentuado) y "consuegra". Como buen jándalo que es, don Antonio acumula recuerdos de Santander. Asegura que nunca oyó lo de "pindio" por "pino" o "empinado".

Antonio García Barbeito (Aznalcázar, Sevilla) de cuenta del verbo entear (= molestar). Sugiere que quizá se derive de "causar dentera". No tengo ni idea. Don Antonio recuerda otras expresiones de su pueblo, como "echar una varilla" (= retar a una carrera) o "recocaje" (= despensa abastecida). Tampoco me suenan de nada. En el diccionario andaluz de Manuel González Salas viene la frase "correrle las varillas a alguien" (= leerle la cartilla, cantarle las cuarenta).

Francisco Cabrera (La Palma, Canarias) se refiere a lo dicho aquí por Antonio Olea Casas (de Bueu, Pontevedra) sobre el uso gallego de llamar a los jovencitos o jovencitas "novos" o "novas". Pues bien, en La Palma llaman "nuevos" o "nuevas" a la gente joven. Recordemos que del latín novos viene tanto nuevo como novio, novato o novicio. Una vez más, se prueba que el léxico que se cree local no lo es tanto.

Ana Lorente Marin (Burgos) dice que le llama mucho la atención el uso del verbo quedar (= dejar) que se utiliza en León. Añado que en Zamora es también frecuente y también en Salamanca y Extremadura.

David Sajeras Fernández precisa:

Quisiera puntualizar que los pueblos [cacereños] donde se conserva "a fala" son San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno, y no Villanueva de la Sierra; también quisiera comentar que no se trata de restos del antiguo leonés –del que tiene influencia–, sino una mezcla de gallego-portugués con elementos astur-leoneses.

Jorge Pinto Ramos menciona con irritación "A Fala, la cual yo hablo en mi vida cotidiana". Dice así:

En primer lugar A Fala es un dialecto propio de tres pueblos cacereños de la Sierra de Gata llamados Eljas, Valverde del Fresno (y no Villanueva de la Sierra, como tu apuntabas.) y San Martín de Trebejo. Yo soy vecino del primero. Me gustaría que lo corrigieras en la edición digital si es posible.

En segundo lugar decirte que es incorrecto por tu parte afirmar que A Fala "es un reducto del antiguo leonés", los orígenes de nuestro habla no están muy claros y han sido estudiados desde hace tiempo, por lo que yo tengo entendido la teoría más defendida es que A Fala proviene de una mezcla de Astur-Leones con Galaico-Portugués, entonces no entiendo que afirmes de forma tan gratuita esa sandez.

Por último me gustaría preguntarte que de donde has sacado que en A Fala decimos "las mis alpargatas", palabras textuales tuyas. Porque a mi no me consta que eso sea cierto sino que lo correcto sería decir: as miñas alpargatas.

Bueno, lo siento por las molestias, pero me molesta mucho que se hable de nuestro mayor tesoro que es precisamente A Fala en un medio público sin informarse antes.

Pido perdón a don Jorge por lo que yo he podido decir sobre "a fala" (supongo que no se ofenderá si apeo las mayúsculas). Realmente, yo transcribía lo que otros me decían, pues mi nesciencia es absoluta respecto a ese tesorillo de las lenguas españolas. Por otra parte, no me parece que sea una sandez imaginar que "a fala" cacereña es un vestigio del antiguo romance leonés, cuando, según don Jorge, es una mezcla del astur-leonés con el galaico-portugués. En definitiva, parece tratarse de una supervivencia del latín hablado en la Lusitania con algunas incrustaciones ibéricas. En la vieja península Ibérica hay otras "falas" o "fablas" con el mismo origen. Consérvense en buena hora, pero que no nos irritemos por ello. Puestos a exhibir reliquias léxicas, yo tendría que reivindicar el sayagués, la reminiscencia latina de mi tierra de nación. Lo chapurreaba ya Viriato. Dicen que el caudillo lusitano está enterrado en mi pueblo de nación.

En Sociedad

    0
    comentarios