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Amando de Miguel

Los cultismos vulgares

La lengua castellana es una corriente viva que acude continuamente al hontanar del latín. Esas visitas derivan en cultismos, palabras nuevas que incorpora el lenguaje científico o literario. Con el tiempo, el pueblo acaba por asimilar esas nuevas voces cultas. Ahora tenemos una nueva moda, la de los cultismos vulgares lejos de reducirse a la minoría científica o literaria, la novedad prende en el habla popular. Por ejemplo, el “inicio”, que todo el mundo prefiere a “comienzo” o “principio”. O también, el “edil”, que sustituye con decisión a “concejal”. Los cultismos populares dan un aire pedante a los discursos políticos.

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