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Amando de Miguel

Los nacionalismos: la plaga del siglo

Es una pena que, a la vista de los cambios oficiales, ya no se pueda decir en vasco "ñaka egin" (= follar).

Ángeles Álvarez registra la petición, que se hace en algunas localidades del Bierzo, sobre la necesidad de que se utilice oficialmente la "fabla berciana". Se lo diré a Pepe Carralero, que es de Cacabelos (¿va a ser ahora Kakavelos?). Él y yo, entre otros muchos, tuvimos que exiliarnos de Cataluña en 1982 por las amenazas que recibimos al protestar por la política de inmersión lingüística. Esa política ha supuesto un inmenso daño para Cataluña. No será un consuelo, pero también en mi tierra de nación hay quienes quieren imponer la "fabla zamorana", para mí desconocida.

Miguel de los Santos Ubide se lamenta de la tendencia reciente a hacer desaparecer la letra "ñ" de algunos topónimos vascos. Así, Oñate es Oinati, Iruña es Irunea. No me había fijado. Ignoro cómo tengo que llamar ahora a mi hijo Iñaki. Es una pena que, a la vista de los cambios oficiales, ya no se pueda decir en vasco "ñaka egin" (= follar). En vascuence, el sonido "ñ" se asocia muchas veces con el lenguaje tierno o infantil, con lo pequeño. En castellano pasa algo parecido.

María J. Señor de la Vega se lamenta de que, al hablar de la imposición de la lengua regional en las regiones bilingües, me refiera siempre a Cataluña. Doña María me aporta la ilustración de la Comunidad Valenciana. Concretamente, en Denia, donde ella vive, no hay ningún instituto público donde se pueda estudiar el bachillerato en castellano. Solo se puede hacer en colegios privados, pero con un coste elevado, que doña María no puede satisfacer. Solo cuenta con una pensión de 480€. Me parece un escándalo; en este caso atribuible al PP. ¿Se figura alguien que en Edimburgo no se pudiera estudiar el bachillerato en inglés? Y eso que Escocia es una región mucho más autónoma que Valencia. Los españoles estamos locos; bueno, algunos de los que mandan.

José María Navia-Osorio apoya la idea mostrenca (al menos fuera del Gobierno) de que no es deseable la negociación con la ETA. Según esa tesis, lo único que cabe hacer con la ETA es la rendición de los terroristas. No estoy de acuerdo. Con los delincuentes peligrosos y organizados hay que negociar si es necesario, pero para acabar con ellos. En el caso de la ETA, la organización criminal se puede ir diluyendo paulatinamente, pero en el bien entendido de que sus fines se han ido cumpliendo en buena parte. La ETA no es más que la punta de lanza del nacionalismo vasco. El fin de ese movimiento es conseguir para el País Vasco (y eventualmente Navarra) la secesión de España. Realmente la fórmula a la que aspiran es la "independencia subvencionada". Es en lo que están y lo van consiguiendo con éxito. En vista de lo cual, la ETA se disolverá poco a poco. Lo más importante ya se ha conseguido: que la mayor parte de los vascos jóvenes no se sientan españoles. La prueba simbólica es que la bandera española no ondea en ninguna escuela vasca. Lo peor del asunto es que a todo el mundo eso le parece natural. Pero al mismo tiempo, los nacionalistas vascos presionan para que (el resto de) los españoles contribuyamos a la prosperidad de los vascos. En cuyo caso, la negociación con la ETA (se llame como se llame) resulta poco trascendente. Lo de "entregar las armas" por parte de los terroristas (oficialmente "patriotas") tendrá poco interés, dado que la propaganda es el arma más efectiva.

Don José María sostiene que en los entierros y funerales de las víctimas primeras del terrorismo aparezcan las autoridades. Estoy de acuerdo. Si yo pereciera en un atentado terrorista (Aitor no lo quiera), no me gustaría que asistiera al entierro el presidente del Gobierno, ni siquiera el alcalde de mi pueblo. Por una razón: porque la función de los gobernantes es evitar los atentados terroristas.

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