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Amando de Miguel

Luego dicen que la Academia es lenta

Me refiero a la Real Academia de la Lengua. Se le acusa de que va detrás de la realidad, con lentitud. No es justa esa apreciación. Tómese el caso de las últimas normas ortográficas. Son muy sensatas. Buscan el mantenimiento de la estructura de la lengua junto a una amplia discrecionalidad. Se aconseja más que se prescribe. Pues bien, desde que se publicaron esas normas, trato de aplicarlas. Cumplo el consejo de la solución más sencilla de los acentos. Desgraciadamente, los editores de libros, revistas y periódicos me corrigen mi decisión para seguir con las normas anteriores. Así no avanzamos.

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