Se vuelve a hablar de "los ricos" como en tiempos pretéritos. Es más, de "impuestos a los ricos". Juan Díaz (Barcelona) califica esa expresión de "parida demagógica y estúpida". Añade que José Blanco habla mucho de eso, pero, de aplicarse el nuevo impuesto, el gallego tendría que incluirse entre los ricos, al igual que otros compañeros de partido y los líderes sindicalistas. Don Juan me cuenta una historia verdaderamente estrafalaria, que merece ser llevada a la ficción. Lástima que Berlanga esté ausente. Por lo visto el aeropuerto de Córdoba se ha quedado sin líneas regulares, por lo que resulta inservible. Hace tres años decidieron montar una modernísima torre de control que costó más de un millón de euros. Ante la inutilidad de la torre, las autoridades de Aena decidieron trasladarla a Sevilla. La desmontaron y se la llevaron en cinco grandes camiones. Al llegar el convoy a Sevilla, alguien llama a la ex alcaldesa de Córdoba, hoy ministra del Medio, quien, a su vez, hace una llamada a José Blanco. Como estamos en período preelectoral, la decisión es volver a llevar la torre de control a Córdoba en los cinco grandes camiones. Queda otra vez montada en el aeropuerto de Córdoba, pero sin enchufes, sin personal, sin aviones. Oficialmente se ha dicho que la habían llevado a Sevilla para una revisión. Como si no fuera más simple enviar un equipo de revisión a Córdoba. Por otro lado, entiendo que no hace falta revisar nada, pues en Córdoba no aterrizan aviones. Bueno, tampoco en Castellón, en Ciudad Real o en Huesca. Quizá haya algún otro aeropuerto que sea una maqueta a escala 1:1.
José A. Martínez Pons dice que lo de "perroflautas" no le gusta mucho. Por lo que él ha observado, se trata más bien de "amargados". En una de esas manifestaciones de los perroflautas, un buen hombre que pasaba por allí comentó: "¡Un pico y una pala les daba yo a esos!". Añado que el vejete francés inspirador de los "amargados" ha dado en el clavo al decir que él favorece el Gobierno de Zapatero. Ahora queda claro por qué los perroflautas no han criticado a Zapatero. No, no son amargados, sino estómagos agradecidos, brazos ociosos, cabezas confusas.
José María Navia-Osorio me confirma que el partido de Cascos va a presentar algún candidato por Madrid en las elecciones generales. Me parece una buena idea. De esa forma va avanzando la idea de que el bipartidismo que tenemos no responde bien a la realidad. Si hubiera varios diputados de partidos minoritarios no nacionalistas, la democracia se asentaría mejor. Apuesto por José Luis Balbín para diputado de la minoría asturiana por Madrid.
Luis Cáceres Ruiz lanza una interesante interpretación del "lenguaje rebuscado" que ahora priva tanto. Es una variante del politiqués. Se utiliza para lucimiento personal y para hacer ver que se razona. Como ejemplos de ese lenguaje, don Luis aporta estas expresiones que alargan el discurso: si bien, no es menos cierto, lo cual no obstante, de alguna manera, dicho sea de paso. Al final lo que se logra es una mezcla de propaganda, palabrería y pedantería. Aquí queda registrada la fórmula del politiqués: el mayor número de palabras para el menor número de ideas. Primer premio: Pepiño Blanco. Bueno, don José, que el hombre terminó el bachillerato. Es la viva demostración de que el abandono de los estudios no es algo tan malo como parece.