Menú
Amando de Miguel

Metáfora, que algo queda

Los españoles son muy resistentes a comparar. Por eso mismo las metáforas que se utilizan en el lenguaje semiculto son muchas veces lugares comunes

Me refería yo aquí a ese riquísimo manantial de metáforas que es el mundo de los toros (y los toreros, claro). Ignacio Frías arguye –con muy buen acuerdo– que la expresión tener mano izquierda proviene de los lances de la tauromaquia. La tradición exige que el pase por excelencia, el natural, se realice con la mano izquierda para que la derecha sostenga la espada. Quizá por eso se denomine natural. Es decir, se torea con la mano izquierda y se mata con la derecha. Añado que, en la jerga de los jugadores de cartas, trae mala suerte coger las cartas con la mano izquierda. También es curioso que a los toreros se les llame diestros si lo suyo es torear con la mano izquierda. Supongo que lo que realmente se les pide (como a músicos, pintores y arquitectos) es que sean ambidiestros, que utilicen las dos manos.

Baldo Garaycochea (Canadá) me pide la diferencia entre hacer un pan como unas hostias o como unas tortas. Creo que la segunda versión es un ñoñismo para no pronunciar una palabra sagrada. La hostia que se consagra en la misa no es más que pan sin levadura, como el que toman los judíos para celebrar la Pascua. Pero la verdad es que ignoro de dónde procede esa frase hecha.

Gabriel Ter-Sakarian Arambarri arguye que, cuando hablo de "salto metafórico" para decir "fiesta de los toros" y no "de los toreros", lo correcto habría sido "salto metonímico". Creo que tiene razón. Debo aclarar que, cuando me refiero a las metáforas, lo digo en el sentido más amplio de ese tropo y de otros varios. Don Gabriel sugiere que hable entonces de "lenguaje figurado". Otra vez le doy la razón, pero razono que en ese lenguaje entran las metáforas propiamente dichas y todo tipo de comparaciones, alusiones, alegorías. Es un lenguaje figurado y floreado. Me interesa mucho porque los españoles son muy resistentes a comparar. Por eso mismo las metáforas que se utilizan en el lenguaje semiculto son muchas veces lugares comunes, comparaciones o alegorías que otros han hecho y han quedado como modelo. Puse el ejemplo de los toros, pero hay otras muchas fuentes para surtirse de metáforas hechas: los deportes, la economía, la arquitectura, la medicina, etc. Precisamente estoy escribiendo ahora el capítulo correspondiente a las metáforas para un libro que aparecerá en septiembre. Así que no quisiera repetirme mucho. Aunque ese es otro temor irracional de los españoles: no repetirse. Por ejemplo, se tolera mal la misma palabra escrita más de una vez en el mismo párrafo, y no digamos en la misma frase. El verbo repetir significa también eructar y lo conjugan con pesar los estudiantes, los que temen ser repetidores. Más grave que las repeticiones en un párrafo es componer párrafos de más de 30 líneas y frases de más de 30 palabras. Esa sí es una norma que yo me he dado y me va muy bien conmigo mismo. Otra cosa es que los colegas consideran que es un capricho. Pero los lectores anónimos me lo agradecerán.

En España

    0
    comentarios