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Amando de Miguel

Mi opción política

Decidiré mi voto en función de diez puntos, que paso a detallarles.

Decidiré mi voto en función de diez puntos, que paso a detallarles.
Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera | LD

Voy a ser científico. Parto de una escala de 10 enunciados, que representan los ideales del partido político que yo votaré. Aplico la escala a las ideas y conductas de los partidos en liza. El que saque más puntos, de cero a 10, es el partido al que voy a dar mi voto el 26 de junio.

1. El partido debe ser esencialmente democrático. ¿Cómo se nota? No porque realice las llamadas elecciones primarias, que son solo una pamema. Hay otros indicadores mucho mejores. Por ejemplo, que abomine de la práctica de lo que llaman mailing, enviar la papeleta del voto a casa. Las listas de los partidos deben estar colocadas dentro de una cabina (aunque solo sea un receptáculo tapado por una cortinilla). Los electores deben introducir ahí la papeleta en el sobre. Es una vergüenza que el sobre lo lleven desde casa. Se trata de un requisito elemental para una democracia: que el voto sea secreto. No es mucho pedir.

2. El partido no debe auspiciar el separatismo, ni siquiera transigir con él. Ese rechazo no es ningún acto heroico. Se deriva de la Constitución. Otra cosa es que haya legalmente partidos separatistas. Me repugna, pero habrá que respetar la ley.

3. No es decisivo que el partido tenga que ser de derechas o de izquierdas. Ambas inclinaciones valen. Lo que no sirve es que se diga de centro. El centro no existe en política. Suelen decirse de centro los de derechas que se sienten avergonzados de su posición. Por lo mismo, suelen decirse progresistas los que no se atreven a considerarse de izquierdas.

4. El programa del partido debe contener un punto fundamental: bajar los impuestos y reducir el tamaño de la Administración Pública, especialmente de los funcionarios a dedo, (los famosos asesores).

5. El partido debe renunciar a todo tipo de subvenciones públicas directas o indirectas. Naturalmente, debe propiciar que tampoco existan para los sindicatos, las patronales o las fundaciones de los partidos.

6. El partido debe renunciar a los coches oficiales (especialmente los del partido). Es una mera cuestión simbólica, de estilo. Pero la considero fundamental para que creamos en la regeneración democrática.

7. Los líderes deben haber trabajado durante años en empresas privadas u organismos públicos. No vale que hayan sido siempre liberados de un partido o de un sindicato. Da vergüenza que exista ese tipo de actividad.

8. Es conveniente que los líderes hayan administrado alguna vez dineros públicos con honradez y eficacia. No basta con que no hayan sido imputados por los tribunales.

9. Los líderes deben dominar el arte de hablar en público sin necesidad de leer.

10. Los líderes deben traslucir que han leído libros. Eso se nota en1seguida. No hace falta que citen títulos de libros o autores.

Por mi gusto, añadiría más criterios para distinguir el trigo de la paja, pero creo que con el decálogo apuntado va de sobra. Se puede tolerar que las exigencias para los líderes no las cumplan todos los diputados de la respectiva formación, pero deben distinguir a lo que se llama la cúpula del partido. Se observará que ni siquiera paso a enunciar el tipo de programa electoral. La razón es que los programas se parecen bastante. Uno no vota por ellos, pues ya se sabe que luego no se cumplen y no pasa nada. Un buen programa electoral no debería pasar de las 600 palabras, más o menos la longitud de este artículo.

Entiendo que el decálogo es muy personal, pero el voto también lo es. Los enunciados dichos los aplico para justificar mi conducta en la fecha de los comicios. Tampoco creo que haya partidos que cumplan los 10 puntos dichos. Mucho me temo que casi todos van a dar suspenso en mi baremo. Ahí entra una nueva duda. ¿Tendré ánimo de votar al partido con más puntos en el caso de que no llegue al aprobado? Pido consejo a los lectores.

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