Hay algo misterioso en las cifras macroeconómicas. Resulta que en España tenemos la cifra más alta de paro de los países desarrollados. Pero mantenemos la tasa de desarrollo más alta, junto a los Estados Unidos, Irlanda y contados países más. a diferencia de esos países que prosperan más, en España disfrutamos de generosos “puentes”. De hecho, el mes de vacaciones se multiplica por dos. Añádase la costumbre del bocadillo a media mañana, más el café y el aperitivo. Todo ello hace que la cantidad real de trabajo sea reducidísima. Sin embargo, la estupenda paradoja es que la productividad es altísima.
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