De repente las páginas asalmonadas se nos llenan de noticias sobre “opas”. Las grandes empresas aparecen obsesionadas por la única misión de “oparse”. La cosa en sí no sería grave si no se desajustara cada vez más el valor bursátil del valor real. Más preocupante es que las tribulaciones de las posibles “opas” desplacen la atención por otros asuntos. Los grandes ejecutivos abandonan la preocupación por invertir, organizar, que es lo suyo. Toda la capacidad de decidir se les va en acomodarse a las “opas” que van y vienen. Nadie está seguro de en qué empresa trabajará mañana. Mala señal.
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro